La asociación Clara Campoamor, que se presenta como acción popular en el caso por los crímenes del falso monje shaolín, Juan Carlos Aguilar, pedirá que el acusado sea juzgado por un jurado popular. Además, en sus calificaciones provisionales la asociación solicitará que Aguilar sea condenado al menos a 40 años de prisión por dos asesinatos, lo mismo que en principio pediría la Fiscalía.
Aguilar, de 47 años, que se encuentra ingresado de forma provisional en la prisión palentina de Dueñas, está acusado de matar a Yenny Sofía Rebollo, una mujer colombiana de 40 años, y a Ada Otuya, nigeriana de 29 años. Fuentes jurídicas sostienen que los hechos responden claramente a sendos delitos de asesinato con alevosía, castigado por el Código Penal con entre 20 y 25 años, y que será más difícil determinar si en las muertes de ambas mujeres hubo ensañamiento, tal y como se define jurídicamente. El máximo de pena de cumplimiento se sitúa en 40 años, según el ordenamiento jurídico español.
Juan Carlos Aguilar fue detenido por la Ertzaintza el pasado domingo 2 de junio tras descubrirle cuando intentaba asfixiar a Ada Otuya en el gimnasio de artes marciales que regentaba en la calle Máximo Aguirre de Bilbao. La mujer fue rescatada aún con vida, en estado de coma, aunque falleció tres días después en el hospital de Basurto. El mismo día del arresto, los ertzainas localizaron en el tatami seis bolsas de plástico que contenían restos de un cuerpo. Otras dos bolsas similares fueron encontradas en el balcón de su casa, ubicada en la calle Iturriza.
La Policía autonómica pudo determinar que el cadáver descuartizado correspondía a Yenny gracias a que estaba fichada y contaban con su huella decadactilar. Entre el material gráfico recogido en el gimnasio y en la vivienda de Aguilar figuraban decenas de fotografías de inquietante contenido. En las imágenes aparecían mujeres inconscientes, probablemente drogadas, que fueron localizadas vivas por los investigadores, además de las dos víctimas mortales.
Un hermano de Yenny, Yeiner, su única compañía en Bilbao, además de su hijo, fue citado el pasado jueves por la Ertzaintza. En el encuentro, la Policía autonómica le comunicó la fecha próxima en la que le entregarán a la familia los restos de la mujer para que puedan ser trasladados a la región colombiana de Montería, de donde era originaria, según indicaron desde la asociación colombiana Asocolvas, que junto con el Ayuntamiento de Galdakao está preparando los trámites para la repatriación.