Sucesos / Tenía 24 años

El crimen podría estar relacionado con la muerte de ‘El Ruso’ en Fuenlabrada

El Mundo, LUIS F. DURÁN MARTA BELVER , 21-08-2013

Manuel Fernández Matariobo, de 24 años de edad, falleció ayer junto al portal de su casa en Fuenlabrada después de recibir ocho tiros a bocajarro. Según fuentes de la investigación, se trabaja con la hipótesis de que este crimen esté relacionado con el apuñalamiento el pasado fin de semana en este mismo municipio de otro joven de 25 años, apodado como El Ruso.

A Lolo, como lo conocían familiares y amigos, su verdugo lo estaba esperando agazapado en el número 1 de la calle Rosa de Luxemburgo sobre las siete de la tarde. Tras descargar el arma sobre el joven español de padres dominicanos, salió huyendo en dirección al Metro, donde se le perdió la pista. Al cierre de esta edición, la Policía aún no había localizado al culpable.

Sí ha sido detenido ya el presunto asesino de El Ruso, de nombre Christian. No se descarta la posibilidad de que el autor material de las puñaladas mortales esté relaciorelacionado con Manuel Fernández Matariobo y que la muerte de éste pudiera deberse a un ajuste de cuentas entre bandas.

«¡Ay mi hijo! ¡Me lo han matado! ¡Me lo han matado!». La madre de Lolo llegó a las 10 de la noche al portal del domicilio familiar, en el barrio de Loranca de Fuenlabrada. El cuerpo sin vida del joven estaba aún tirado en el suelo tapado con una manta.

Alrededor de las siete de la tarde, la víctima estaba sentada frente a la pantalla del ordenador en su casa hablando por Facebook con un amigo. En ese momento sonó el telefonillo y bajó a la calle para ver quién lo llamaba.

El asesino estaba esperándolo allí y le descerrajó ocho tiros antes de salir huyendo. Los vecinos de la zona en un principio pensaron que se trataba del sonido de unos petardos y no dieron mayor importancia al impacto de las balas. Fueron unos niños que jugaban en la zona los que al parecer alertaron sobre el crimen.

Hasta el lugar de los hechos llegó en primer lugar la Policía Local de Fuenlabrada y apenas unos minutos más tarde, en colaboración con la Policía Nacional, se había puesto en marcha el dispositivo de búsqueda del autor de los disparos. Según la descripción facilitada por los testigos, se trata de un varón de raza blanca de complexión fuerte que vestía pantalón vaquero y camiseta blanca y tenía un tatuaje en el cuello.

Las primeras investigaciones apuntan a que el asesino huyó corriendo hacia la boca de Metro de Loranca y cogió un tren en dirección a Móstoles. Los agentes trataron de detenerlo en el interior del suburbano, al parecer sin éxito. La operación para esclarecer los hechos sigue abierta.

Lolo, que acababa de ser padre de una niña, tenía ocho antecedentes por hurto, robo con fuerza y resistencia a la autoridad.

A la llegada de la UVI del SUMMA a la calle Rosa de Luxemburgo, su cuerpo estaba tendido en el suelo. El joven presentaba al menos seis heridas por arma de fuego. Las más graves se situaban en el hipocondrio derecho (en el pecho) y en el cuello. Las cuatro restantes estaban en la palma de la mano derecha, dedo de la mano derecha, antebrazo derecho y antebrazo izquierdo.

Los sanitarios practicaron obras de reanimación a la víctima, pero no pudieron hacer nada por su vida ya que algunas de las heridas le afectaron a órganos vitales. Los médicos finalmente sólo pudieron confirmar el fallecimiento del joven madrileño.

El cuerpo quedó entonces a disposición de la Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía y sobre las 22.30 horas el juez autorizó el levantamiento del cadáver. Los agentes del Grupo V de Homicidios se han hecho cargo de la investigación del crimen, el número 22 en lo que va de año en la región, según informa Europa Press.

A la hora a la que llegó la madre a la calle Rosa Luxemburgo cerca de 200 personas estaban en la calle, muchas de ellas eran amigos de Lolo que se abrazaban y lloraban desconsoladamente. «Era lo mejor de el mundo… tú mira toda la gente que ha venido aquí por él… Esto es inexplicable, no ha podido matarlo nadie del barrio, si era muy querido, es imposible», murmuraba uno de sus íntimos sin poder contener las lágrimas.

El clima de nerviosismo contagioso en las inmediaciones del portal donde se produjo el asesinato hizo que se viviera alguna escena tensa entre los agentes de la Policía y los allegados del fallecido, que pedían a gritos una explicación sobre lo sucedido. Una chica rota de dolor casi pierde el conocimiento al conocer la noticia de la muerte violenta del joven.

Entre lágrimas, algunos amigos ya musitaban que «esto no va a quedar así» y pedían «venganza». La banda a la que pertenecía El Ruso, que podría haber movido los hilos de este otro crimen, está considerada por la Policía como una de las más problemáticas de Fuenlabrada.

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Arriba, a la izquierda, aparece Lolo , muerto ayer, en una foto de su perfil de Facebook. A la derecha, Christian, supuesto autor del apuñalamiento de El Ruso el pasado viernes, y detenido por la Policía Nacional. Fuentes policiales indicaron que Manuel y Lolo se conocían, y que a Manuel pudo matarlo algún conocido de El Ruso.

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