Inmigración en Bizkaia
La población percibe que hay el doble de extranjeros que el número real
En los últimos años la percepción se está ajustando a la realidad del territorio
Deia, , 04-08-2013Bilbao. Entre la sociedad, la opinión mayoritaria es que en Bizkaia viven bastantes o demasiados extranjeros. De hecho, existe una percepción sobredimensionada del volumen de la población inmigrante: los vizcainos creen que existe dos veces más el número de extranjeros que lo que muestran las cifras reales.
Son algunos de los datos que se reflejan en el barómetro que elabora todos los años el Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegia, y que revela, en su último informe, un dato positivo: la percepción se va acercando, poco a poco y pese a estar aún muy lejos, a la realidad social que se vive en el territorio. “Actualmente la percepción es que hay el doble de inmigrantes de los que realmente viven entre nosotros, pero es que hace unos años esa cifra se triplicaba”, explica la investigadora de Ikuspegi Mª José Martín. Se cree que la población extranjera supone un 15,9%, cuando la realidad es que es un 6,9%; hace cinco años, cuando era del 4,6%, se pensaba que era el 17,9%.
Se trata de una circunstancia paradójica, ya que el porcentaje de extranjeros en Bizkaia (6,9%) es pequeño en comparación con otros territorios (en Baleares alcanza el 20%) y que, a pesar del incremento anual del número de extranjeros empadronados desde 2007, el volumen percibido se mantiene estable. “El aumento de extranjeros no afecta al volumen percibido”, advierte.
El propio observatorio explica que las razones de este sobredimensionamiento son varias, pero se relacionan principalmente con una mayor visibilidad de los extranjeros, tanto en la vida social como en los medios de comunicación. “Aquello que es diferente llama más la atención y, por lo tanto, nos induce a pensar que son más de los que realmente son. Por otra parte, la presencia en los medios de comunicación del debate social sobre la inmigración y la vinculación de ciertas noticias sobre el fenómeno migratorio genera una mayor visibilidad de este colectivo”, añade Martín. Otra de las razones es la alta movilidad intermunicipal de las personas de origen extranjero. Se dan muchos cambios de domicilio de un municipio a otro, dentro de Bizkaia y de Euskadi, en busca de una situación mejor, y esta gran movilidad crea la sensación de que la llegada de inmigrantes es mucho mayor de la real.
Tolerancia Por otra parte, también está disminuyendo el denominado índice de tolerancia hacia la inmigración, desde un 57 a un 53,62 sobre 100. “Seguimos aprobando, pero se ha producido un retroceso”, destaca la investigadora de Ikuspegi. El observatorio clasifica tres grandes grupos: los tolerantes hacia los extranjeros, los ambivalentes y los reacios. Los tolerantes y los reacios son cada vez menos, y suben los ambivalentes; eso sí, en los tres grupos la tolerancia se deteriora. Los primeros son gente joven, con estudios universitarios, euskaldunes, de ideología de izquierdas y nacionalistas vascos, con un buen estatus económico y social, y optimistas; los últimos, personas mayores, sin estudios, erdaldunes, de derecha y centro, de sentimiento español, pocos ingresos y pesimistas.
En general, para la sociedad vasca la inmigración no supone un problema: solo una de cada diez personas cree que es uno de los principales obstáculos de Euskadi. Sin embargo, sigue existiendo lo que desde el observatorio llaman “multiculturalismo epidérmico”: una sociedad tolerante con los aspectos más superficiales de la diversidad (apertura de restaurantes, tiendas propias…) pero que se muestra menos tolerante hacia lo que representa cambios en las instituciones y estructuras de nuestra sociedad.
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