El Congreso diluye las esperanzas de los inmigrantes indocumentados en EE.UU.

Los congresistas se van de vacaciones sin avanzar en la esperada reforma migratoria

Deia, EFE/Agencias, 03-08-2013

Washington. El Congreso de Estados Unidos inició ayer su receso legislativo hasta el próximo 9 de septiembre sin aprobar la reforma migratoria. Las negociaciones entre demócratas y republicanos en la Cámara de Representantes se encuentran en un momento clave después de que el Senado aprobase una versión bipartidista. La pelota está en el tejado de la Cámara Baja, dominada por los republicanos y presidida por John Boehner, pero el partido insiste en supeditar la legalización de los inmigrantes a la seguridad fronteriza y en adoptar medidas separadas en la materia y no una reforma integral, lo que complica la promesa que el presidente demócrata, Barack Obama, hizo a los hispanos tras su reelección.

Algunos republicanos, además, se muestran reacios a legalizar a todo el universo de once millones de indocumentados que se calcula que residente en Estados Unidos. La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) ha difundido esta semana un informe en el que señala que, en caso de tener éxito la iniciativa de reforma migratoria, solo beneficiaría a unos 8 millones de inmigrantes indocumentados. Según los cálculos de CBO, aproximadamente 3,5 millones no aplicarían o no cumplirían los requisitos para conseguir, primero, acceder a un estatus de residente provisional y, 10 años más tarde, a un proceso para alcanzar la ciudadanía. De los ocho millones que sí lo lograrían, 1,5 millones serían dreamers y otros 1,5, trabajadores agrícolas y sus dependientes. Según las condiciones estipuladas en la iniciativa, quienes quieran legalizar su situación deberán pasar por un control de antecedentes, pagar una multa y gastos administrativos de alrededor de 2.000 dólares, demostrar que han pagado impuestos, aprender inglés y colocarse al final de la lista de espera.

Además de una vía a la legalización y eventual ciudadanía, la medida aprobada en el Senado incluye reforzar la vigilancia de la frontera con México y agilizar y ampliar los procesos de concesión de visas a trabajadores extranjeros.

Los congresistas volverán ahora a sus distritos electorales para tocar base y preparar el terreno electoral con miras a las elecciones legislativas de 2014. A su regreso, habrá que ver qué rumbo toman las negociaciones y si el presidente Obama tiene que dar por perdida la gran reforma de esta legislatura. Pero los inmigrantes y activistas de derechos humanos no piensan rendirse y durante este mes mantendrán sus manifestaciones, exigiendo una reforma migratoria. “Cada día que la Cámara de Representantes deja de lado la reforma, se deporta a 1.100 miembros de nuestra comunidad. Estamos acá para decir basta, nuestra comunidad se ha organizado y movilizado, y exige un voto”, explicó Marielena Hincapié, directora ejecutiva del Centro Nacional para leyes de Inmigrantes, presente en una manifestación el pasado jueves frente al Congreso. Durante la protesta, sesenta activistas fueron detenidos.

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