La coordinadora de la ONG de Euskadi de Apoyo a Inmigrantes (Harresiak Apurtuz) rechazó ayer la medida del Gobierno Vasco de conceder tarjeta individual sanitaria de Osakidetza a los extranjeros que lleven un año empadronados en el País Vasco, y pidió suprimir las restricciones. En un comunicado, Harresiak Apurtuz, que agrupa a 63 entidades sociales del ámbito de la inmigración, puso en duda el carácter universal de la atención sanitaria en Euskadi debido “al mantenimiento de requisitos restrictivos de acceso al sistema”.

Por ello, pidió al consejero de Salud, Jon Darpón, que proceda a “la simplificación y atención coordinada y transparente de las demandas”. La orden firmada por Darpón establece que las personas inmigrantes con un año de empadronamiento en el País Vasco y con unos ingresos inferiores a la Renta de Garantía de Ingresos tendrán derecho a la tarjeta individual sanitaria de Osakidetza y a un médico de cabecera en Atención Primaria.

La coordinadora de ONG reconoció que en Euskadi se está haciendo un esfuerzo para garantizar la atención más amplia a los inmigrantes en situación irregular, pero consideró que esta “situación ventajosa” es insuficiente. Harresiak Apurtuz subraya que las reglas de Osakidetza establecen ciudadanos “de primera, segunda y tercera en función de la situación administrativa y con colectivos que quedan excluidos de la atención”.