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Un inmigrante se esconde dentro del capó de una furgoneta

Para meterlo allí fue preciso mover el motor del vehículo, que fue interceptado en el puerto de Melilla

Diario Vasco, EFE | MELILLA., 14-07-2013

La Guardia Civil ha hallado en Melilla a un inmigrante de 25 años que iba a viajar de polizón en el barco de la línea Melilla – Málaga y que estaba escondido dentro del capó de una furgoneta, con el cuerpo doblado 90 grados y la cabeza abajo, por lo que fue necesario mover el motor y otras piezas para introducirlo .

Según informó en una nota la Guardia Civil, el conductor del vehículo fue detenido e ingresado en prisión como presunto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, ya que se puso en riesgo cierto «sin ningún género de dudas» la integridad física del inmigrante.

Los hechos ocurrieron el jueves en el puerto de Melilla, durante el registro selectivo de vehículos, cuando los agentes interceptaron una furgoneta de matrícula francesa, marca FIAT, modelo ‘Ducato’ y ocupada únicamente por su conductor, un marroquí con residencia legal en Francia cuyo nombre corresponde a las iniciales R.R.

Aunque en un primer reconocimiento superficial los agentes no hallaron nada anormal en el vehículo, un detalle de interés policial les llevó a requerir al conductor que abriera el capó de la furgoneta, donde descubrieron «de forma inverosímil» a una persona oculta a la que solamente se le veían las piernas.

Se trataba de un joven de 25 años, indocumentado y de nacionalidad marroquí, al que habían introducido completamente contorsionado por la cintura, haciendo que su cuerpo estuviese literalmente doblado a 90 grados y la cabeza hacia abajo.

«Infrahumano»

Según señaló la Guardia Civil, para poder introducirlo en «tan infrahumano habitáculo» tuvieron que manipular y mover ciertas piezas del motor, ya que de lo contrario no hubiera cabido el cuerpo del joven, que tuvo que ser ayudado a salir para recibir primeros auxilios, aunque no fue necesaria más asistencia médica.

El inmigrante, que se encuentra en buen estado físico, fue puesto a disposición judicial en calidad de testigo y entregado posteriormente al Cuerpo Nacional de Policía en aplicación de la vigente Ley de Extranjería.

La Guardia Civil calificó de «escabrosa» esta técnica para ocultar a los inmigrantes , además de peligrosa, por la proximidad a los gases del motor, el calor, el sistema eléctrico y las correas de transmisión.

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