Cae una red que explotaba a mujeres chinas en la prostitución
La policía detiene a 26 personas y detecta a 25 posibles víctimas de trata, tres de ellas menores Vivían en habitaciones de seis metros cuadrados sin ventanas
El País, , 02-07-2013La red tenía como foco de atracción el karaoke El Cielo y el Mundo, en Parla (Madrid). / carlos rosillo
Todas vivían en habitaciones de seis metros cuadrados, sin ventanas ni cerrojos y en las que llegaban a hacinarse hasta diez, a la espera de que fueran solicitadas para acudir a hoteles, karaokes o para recibir a hombres en los propios apartamentos donde estaban retenidas, según informó ayer el director general de la policía, Ignacio Cosidó. Sus captores no las dejaban solas ni un minuto, cuando tenían que salir del apartamento para acudir a la cita con algún cliente siempre eran acompañadas por los conductores de la red; que tenía como principal foco de atracción el karaoke El Cielo y el Mundo a las afueras de Parla (Madrid), frecuentado por la comunidad china y conocido por otras actividades delictivas: asesinatos, tiroteos o tráfico de drogas.
Allí, con el gancho del local de fondo, abierto en 2009 y cerrado por el Ayuntamiento hace tres meses, dos redes enemigas se disputaban el control de la prostitución china del sur de Madrid. Ambas explotaban a mujeres y las obligaban a prostituirse durante al menos un año para saldar la deuda de hasta 14.000 euros por el viaje y las gestiones para introducirlas en España. Las mujeres podían quedarse con el 40% de lo recaudado por cada servicio, que llegaba a los 300 euros por una noche.
Con este nuevo caso, son ya 236 los detenidos en los últimos meses por delitos relacionados con la explotación sexual o la trata de personas, un delito introducido en el Código Penal en diciembre de 2010 (aunque se penaba con el paraguas de otros) que implica captación, traslado o recepción, mediante engaño, violencia o abuso, todo ello para fines de explotación sexual, laboral o para el tráfico de órganos.
Pero aunque se dan casos de esa otra esclavitud, la explotación sexual es el más habitual en Europa, según datos de la ONU y la UE. Es un negocio muy lucrativo que en España mueve unos cinco millones de euros al día, según la policía, que tiene, además, en este país uno de sus principales motores: es el segundo, solo por detrás de Italia, con más casos detectados de explotación sexual. La mayoría de ellos de mujeres de Rumanía, Bulgaria, Nigeria, Paraguay o, como la red desarticulada por la policía, chinas.
Si los detenidos son acusados de un delito de trata pueden enfrentarse hasta a ocho años de cárcel —más los agravantes— o a cuatro si se considera explotación sexual. Ambos, precisa la fiscal decana de Extranjería de Madrid, son complejos de perseguir. “Son delitos transnacionales, en los que las escuchas o las infiltraciones de las fuerzas de seguridad son dificilísimos. Y aunque tratamos que no sea la prueba fundamental es complicado obtener el testimonio de la víctima”, apunta. Por eso, dice, es clave la colaboración de las organizaciones que asisten a las víctimas y que estas se vean apoyadas por suficientes medios. Desde que se introdujo el nuevo delito de trata, se han logrado nueve condenas: el 100% de los casos abiertos.
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