INSEGURIDAD CIUDADANA EN BILBAO
«Los clientes no entran a la tienda por miedo a atravesar la calle»
Comerciantes de Bilbao La Vieja y Zabalburu denuncian el «abandono» por parte del Ayuntamiento y lanzan un SOS: «Nos están cerrando los negocios»
El Correo, , 28-06-2013«Los comerciales me llaman por teléfono, no quieren venir a la tienda, y los clientes que me cruzo me dicen que ya no entran por miedo a atravesar la calle». Quien habla es una comerciante del barrio de San Francisco, que prefiere no dar su nombre porque «una lata de gasolina cuesta un euro». Teme posibles represalias. Su desesperada denuncia se dirige directamente al Ayuntamiento de Bilbao. «No es culpa de los inmigrantes, yo atiendo a todo el mundo igual, sino de los políticos, me están arruinando el negocio y la vida».
Los comerciantes de Bilbao La Vieja y el entorno de Zabalburu, englobados en la asociación Movimiento Ciudadano 48003, quieren lanzar un SOS al Consistorio porque creen que sus quejan caen en «saco roto» y que reciben «buenas palabras, pero pocos resultados». La advertencia se produce al día siguiente de que una operación conjunta entre Policía Municipal de Bilbao y Cuerpo Nacional de Policía registrara una decena de locales en el barrio, concretamente en la calle García Salazar, para controlar la inmigración irregular. Fuentes solventes aseguran que podría haber nuevas identificaciones masivas de inmigrantes en las próximas semanas.
Los afectados dicen que en ocasiones tienen que pedir a los toxicómanos que se quiten de la puerta de su establecimiento para que puedan pasar los clientes. «Aquí no vendo droga», les advierten. «¿Es tuya la calle?», les contestan. Algunas aceras, de 1,30 metros de ancho, están ocupadas, son «auténticos pasadizos» y no permiten el paso de los peatones, que optan por cruzarse de acera. «Es imposible pasar».
O que han tenido que adelantar el horario de cierre en invierno y llamar a la Ertzaintza para bajar la persiana. «Si tengo que dejar la tienda no es por la crisis, sino porque nos han dejado acorralados entre ladrones; no es problema de racismo, sino de delincuencia», apuntan.
Mafias y receptadores
También cuentan que la calle se llena de «receptadores», individuos que esperan para comprar o vender productos robados y que en cuanto aparca un coche «tienen ocho ojos encima». «Son mafias y esto lo sabe la Policía y el Ayuntamiento». Lamentan además que el barrio se encuentra en una de las entradas a Bilbao, ahora que acaban de reabrir el acceso por Juan de Garay, y que «vienen turistas. Una vez aparcaron una autocaravana en la calle y en lo que fueron a tomar un café ya les habían robado».
No obstante, aseguran que el Ayuntamiento – «el señor de Inseguridad Ciudadana», señalan en referencia al concejal Tomás del Hierro- se escuda en que las estadísticas de delincuencia no han aumentado. Sus descarnadas críticas también van hacia la Policía, que «ve y no actúa». «Llevamos veinte años aquí y en lugar de mejorar el barrio cada día está peor, sobre todo de cinco años para acá. Aquí el Ayuntamiento no cumple, las libertades de unos son el yugo de otros».
En los últimos años han bajado sus persianas comercios históricos, que bien permanecen cerrados o han dado paso a locutorios o a otros negocios de ese estilo, debido en su opinión al «abandono político».
«¿Y dónde vamos a ir? ¿Quién te va a comprar esto?», lamenta otro comerciante de San Francisco, resignado ya a encontrarse en «el paso de todo», y a que «los municipales estén ahí todo el día; algo harán», piensa.
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