El yihadista medio es marroquí o argelino y terrorista "profesional"
Un estudio del Instituto Elcano traza el perfil del terrorista islamista que actúa en España A diferencia de lo que ocurre en el Reino Unido, la mayoría tiene nacionalidad extranjera.
El Día, , 27-06-2013Hombre de entre 25 y 39 años, casado y con hijos, de nacionalidad argelina o marroquí, que vive en Madrid y Cataluña comunidad esta última donde aumenta su presencia con los años, que no tiene ocupación conocida porque vive del terrorismo y, cada vez con más frecuencia, analfabeto.
Son algunos de los rasgos del retrato sociodemográfico del terrorista yihadista en España presentado ayer por el investigador principal en esta materia del Real Instituto Elcano, Fernando Reinares, tras el análisis de los datos de los condenados por terrorismo o los fallecidos en acto suicida entre 1996 y 2012.
Casi dos décadas después de la detención y sentencia del primer yihadista en España (1996), un ciudadano argelino en Barcelona, y hasta finales del pasado año, el estudio ofrece una radiografía a partir de los 78 condenados y los seis fallecidos en el acto de terrorismo suicida ocurrido en Leganés en abril de 2004 (el séptimo suicida había sido condenado en 2000).
Todos ellos son varones, extranjeros pertenecientes a la primera generación de inmigrantes, a diferencia del Reino Unido donde el 77,5%de los terroristas yihadistas condenados entre 1999 y 2009 tienen nacionalidad británica.
No obstante, están emergiendo en España las segundas generaciones de terroristas, descendientes de inmigrantes procedentes de países con sociedades mayoritariamente musulmanas.
En este sentido, Reinares alertó de que estos ciudadanos, como ya ha ocurrido en Reino Unido, son “especialmente vulnerables” a los procesos de radicalización, “un desafío real que está ahí y que no va a remitir en breve”, por lo que defendió la urgencia de poner en marcha un plan de prevención que se dirija al epicentro del fenómeno terrorista.
De la muestra analizada, la mayoría tiene entre 25 y 39 años, aunque, según Reinares, cada vez crece más el porcentaje de individuos que se radicalizan e implican en actividades terroristas con menos de 30 años, especialmente en los últimos ocho años.
El 67,7% de los 84 terroristas estaba casado en el momento de su detención o de morir y la mayoría tenía hijos, una novedad con respecto los miembros de ETA, organización en la que apenas un 10% estaba casado en el momento de integrarse en ella. “Ni el matrimonio ni el hecho de tener hijos es impedimento para estar implicado en el terrorismo yihadista”, explicó el especialista, quien señaló que constituir una familia responde a un “mandato religioso”.
Por nacionalidades, son los marroquíes y los argelinos los que encabezan la lista de terroristas analizados, con un 29,8% y un 28,5%, respectivamente, unos porcentajes parecidos teniendo en cuenta que la población marroquí en España es cinco o seis veces superior a la argelina, por lo que esta última está “claramente sobrerrepresentada”.
La explicación, argumenta el investigador, tiene razones históricas. El Grupo Islámico Armado (GIA), organización terrorista argelina, estableció bases en Europa y también células en nuestro país desde su fundación a comienzos de los noventa.
Reseñable es también la presencia de paquistaníes y sirios. Reinares vaticinó que, a medida que crezca la presencia de organizaciones en Oriente Medio y norte de África, podrá haber detenciones de ciudadanos de países como Nigeria.
Uno de cada cuatro no tiene ocupación conocida, “lo que no quiere decir que estén en paro, sino que se dedican a lo que se dedican”, una característica aún más acentuada en el Reino Unido donde el 46% de los condenados vive exclusivamente del terrorismo.
La integración social no está reñida con la actividad terrorista. “Los españoles, por nuestra experiencia sobre ETA, debemos ser los últimos en asociar terrorismo con exclusión social”, advirtió Reinares.
Siete de cada diez residen en la Comunidad de Madrid (35,4%) o en Cataluña (32,9%), aunque esta última región se está convirtiendo en uno de sus principales focos al duplicar su presencia en los últimos ocho años.
el perfil
25-39 años. Es la horquilla de edad en que suelen inscribirse los yihadistas detenidos o fallecidos durante sus actividades en España. Uno de cada cuatro de los sujetos analizados no tiene ocupación conocida, lo que no significa que estén en paro, sino que se dedican exclusivamente a la actividad terrorista.
35,4% Es la proporción de ellos que vive en Madrid, mientras que en Cataluña reside casi el 33% y es la región donde más ha crecido su presencia en los últimos años. Prácticamente siete de cada diez estaban casados en el momento de su detención o muerte, lo que los diferencia del perfil del terrorista de ETA.
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