La intolerancia de los vascos hacia la inmigración crece con la crisis
Los vascos, menos tolerantes con los inmigrantes debido a la crisis económica
El 21% cree que se debería expulsar a los irregulares
El 40% de la población mantiene una postura ambivalente ante los extranjeros
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 22-06-2013donostia. La inmigración genera recelos e incertidumbre entre la población vasca al ver en peligro el estado del bienestar, según indican los datos del último barómetro del Ikuspegi, presentado ayer en Bilbao. En 2011 más del 70% de los vascos opinaba que todos los extranjeros tenían derecho a la asistencia sanitaria, jurídica y educación. Un año más tarde, con el empeoramiento de la crisis económica, ese porcentaje ha descendido al 57% para la asistencia sanitaria, al 26% para la jurídica y al 52% para educación. Aun así, el director de Política familiar y desarrollo comunitario del Gobierno Vasco, Jose Luis Madrazo, afirma que “tenemos una sociedad cohesionada, tolerante e inclusiva”.
A pesar de esta opinión la encuesta muestra que el 21,3% de los vascos cree que el Gobierno debería expulsar a los inmigrantes en situación irregular. La cantidad de personas con esta visión se ha duplicado desde 2009, cuando el 10% de los vascos compartía esta idea, que había descendido a un 8,8% en 2011.
Comparando con años anteriores, la sociedad cree que el acceso a estos derechos ha de estar vinculado a la situación regularizada de las personas inmigrantes . Es el acceso a las viviendas de protección oficial el más negado, ya que el 18,8% de la población vasca cree que no debería tener derecho a ellas ningún inmigrante a pesar de su situación, seguido por el derecho al voto, que el 17,8% de los vascos se lo negaría.
Los datos reflejan que la mayoría de la población – 57,5% – opina que el derecho a sanidad pública también pertenece a todos los inmigrantes , incluso a aquellos no regularizados, aunque esta idea ha descendido notablemente frente a los datos de 2011, donde el 73% aceptaba el acceso a toda persona. En Educación ocurre algo muy similar, donde el descenso de un año para otro es del 18,3%.
La población autóctona sigue considerando el contrato laboral como una garantía suficiente para permitir la entrada a los inmigrantes , porque genera confianza. Pese a ello, desde los últimos tres años esta idea ha descendido del 82,6% – de 2010 – hasta un 61% – en 2012 – . Por primera vez en el estudio de Ikuspegi se ha introducido en la encuesta la opción de permitir la entrada a aquellas personas que cumplan requisitos legales, como situaciones de reagrupamiento, estudiante o refugiado, siendo aceptada por el 17% de la población. El balance de Ikuspegi 2012 ratifica la idea de que la visión instrumental y positiva de la inmigración, muy asociada a sus beneficios en el plano económico y laboral, está perdiendo fuerza con el impacto de la crisis. En 2008, con el comienzo de la recesión económica, la idea de que la inmigración permitía que la economía funcionase mejor, al ocupar puestos de trabajo que la población autóctona no quería, era compartida por el 55,7% de la población. En 2012 esta afirmación es aceptada por el 40% de la población.
perfiles Según el barómetro de 2012, se pueden observar tres tipos de perfiles, predominando con un 40% la postura ambivalente ante los inmigrantes . El segundo grupo por tamaño es el porcentaje de población que se muestra tolerante hacia estos, en total un 38%. Finalmente un 20% de vascos se muestran reacios. Con respecto al año anterior sube el número de personas tolerantes y desciende el de reacias. Pero según matiza el director del Observatorio vasco sobre inmigración, Gorka Moreno, esto se da “porque la nota ha descendido. Antes el tolerante necesitaba un 7 ahora un 6,7. Lo mismo con el reacio, que pasa de un 3,8 a un 3”. A pesar del descenso del número de personas reacias a los inmigrantes , aconseja “encender todas las alarmas porque aunque disminuye el grupo, muestra unas actitudes muy compactas en el sentido negativo hacia la inmigración”.
Además, el barómetro describe los perfiles de las personas con tolerancia más alta y baja. El espectro de población que tiene mayor aceptación a los inmigrantes estaría formado por jóvenes con estudios superiores que se describen agnósticos o ateos y con sentimiento vasco, además de pertenecer a una clase media alta. Por el contrario el perfil de persona menos tolerante sería alguien mayor de 65 años, sin estudios o con estudios primarios con creencias católicas y con un sentimiento más español que vasco. También este perfil describe a una persona que pertenece a una clase baja y compartiría el lugar de residencia con grupos inmigrantes .
Otro dato que se incrementa en 2012 es el perfil asimilacionista. La sociedad vasca quiere que todos compartamos las mismas costumbres y tradiciones, donde el esfuerzo para una mejor convivencia debería de ser por parte de los inmigrantes .
También los vascos creen, según explica Moreno que “se benefician del estado del bienestar, que pagan menos impuestos y que su presencia genera inseguridad”. Aun así la inmigración no es considerada por la gran mayoría de los vascos como un problema. El paro, en cambio, encabeza esta lista, sin dejar pegar ojo al 85% de la población, mientras que la inmigración solo es considerada como problema por el 11%.
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