Llevan siete años de negociaciones que han terminado finalmente esta semana: la iglesia católica Neulerchenfeld de Viena ha sido regalada a la iglesia ortodoxa serbia de Austria. Lo ha confirmado la archidiócesis de Viena; una decisión que refleja la alta densidad de inmigrantes serbios de confesión ortodoxa que habitan los barrios aledaños a la iglesia.

La iglesia parroquial se venía quedando aislada y casi sin parroquianos, transformándose en una isla entre ortodoxos serbios. Las parroquias católicas de Neulerchenfeld y Maria Namen serán fundidas en una sola, tal y como hace 74 años, cuando fueron separadas. La iglesia ortodoxa serbia tiene más de cien mil miembros en Viena y sólo tres iglesias; esta ha sido una de las razones para regalar el edificio.

La iglesia, hasta ahora de confesión católica romana, está ubicada en el distrito de Ottakring, en la calle Neulerchenfelder número 47, y la decisión de su construcción está fechada el 29 de agosto de 1732 por el alcalde Ernest von Perger. Su construcción, sin embargo, no fue finalizada sino hasta 1753, permaneciendo intacta hasta su bombardeo en 1945, cuando quedó casi completamente destruida. Su reconstrucción fue inaugurada en 1957.
Recursos

La reunificación de las parroquias que liberaría esta iglesia para regalarla a los ortodoxos serbios ha llevado su tiempo ya que el mediador, Tadeusz Cichon, ha debido esperar a los recursos presentados ante diversas instancias papales. Uno de esos recursos fue presentado por la institución vaticana «Congregatio pro Clericis».

La parroquia reunificada será integrada por un nuevo equipo de sacerdotes, liderados por Jesús Jaén Villalobos, hasta ahora responsable de la comunidad hispanohablante de Viena. El nuevo capellán será el recién ordenado Florian Bischof.

Cuando la iglesia Maria Namen fue construida en 1933 por el alto número de católicos, vivían en el área parroquial más de 43.000 católicos, más del doble que todos los católicos del distrito 16 de Viena.