Crímenes en Bilbao
La Ertzaintza sospecha que hay más víctimas
La Policía se muestra prudente porque, de momento, las pruebas solo apuntan a dos Las "extrañas habilidades" de Aguilar y en el breve espacio de tiempo entre las dos palizas hacen pensar en más agresiones
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 06-06-2013Bilbao. La Ertzaintza sospecha que las dos agresiones mortales que Juan Carlos Aguilar presuntamente cometió este fin de semana en su gimnasio de artes marciales de Bilbao no son las únicas. Esta es la línea de investigación del equipo policial, que basa su hipótesis de trabajo en que “si alguien ha llegado a hacer esto en prácticamente dos días, es que estaba en disposición de hacer víctimas”. Así lo explicó ayer el director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, en las ondas colombianas de Blu Radio, en Barranquilla, en las que, además, ahondó en su argumentación: “Se le veía con ciertas habilidades que parecían extrañas para alguien que es la primera vez que ejerce una violencia de estas características y de la manera en que la ha aplicado”. No obstante, el director de la Policía vasca también dejó claro que, basándose en las pruebas, “solo podemos decir que hay dos víctimas”.
Los exhaustivos registros en las propiedades del experto en artes marciales proseguían ayer en busca de pruebas incriminatorias. Así, además de regresar al gimnasio donde supuestamente se cometieron ambos crímenes, los agentes registraron otra propiedad del detenido fuera de la Comunidad Autónoma vasca.
“Seguimos la hipótesis de que puede haber otras (víctimas), pero no tenemos ningún dato todavía”, explicaba Gabirondo. “Por los restos, está descartado que haya más, pero sí que puede haber otro tipo de pruebas documentales u objetos que puedan venir de otras víctimas, ya que muchas veces este tipo de agresores guardan objetos a modo de fetiche…”, refrendó el director.
Es por ello que en el registro de ayer por la mañana en el centro Zen4 la Policía Científica volvió a recoger evidencias para su posterior análisis. En concreto, los agentes se llevaron material informático, como discos duros, información digital… todo aquello que pueda servir para dar algo de luz a la investigación. En este sentido, todo hace indicar, y así lo confirmó el director policial, que la investigación será larga, precisamente por la necesidad de precisión a la hora de hallar pruebas. Cada objeto o evidencia recogida está siendo sometida a un detallado análisis. Además, se está intentando reconstruir los últimos movimientos de Juan Carlos Aguilar, rastreando y realizando “inspecciones oculares” en los sitios que frecuentaba. “Van a hacer falta semanas para tener reconstruida la trayectoria que ha tenido a lo largo del tiempo”. Basándose en esta hipótesis de que pudiera haber más víctimas anteriores, Gabirondo reconoció que “hay que reconstruir todo lo que ha pasado para ver qué nos aportan esas pruebas”. El director de la Policía vasca no quiso referirse al tumor cerebral que Aguilar padece y del que se está tratando desde hace dos años, aunque sí reconoció que, fruto de la investigación, saben que “llevaba dos años y medio que le había pasado algo, parece que sufrió una transformación porque dejó de ser activo y se dedicó más al plano del misticismo; incluso físicamente estaba más abandonado de lo que habitualmente había estado”.
Dos crímenes Gabirondo concedió esta entrevista a la radio colombiana después de que se hiciera público el nombre de la primera víctima de este oscuro suceso. La identidad de Jenny Sofía Rebollo se conocía casi a la vez que trascendía la noticia del fallecimiento de Mauren Ada Otuya, quien no había podido superar las graves lesiones que presuntamente le infligió el falso maestro shaolín. Se sabe que ambas mujeres vivían muy cerca, las dos en Zabalburu, aunque la Ertzaintza desconoce si había alguna relación entre ellas o cómo pudieron llegar al gimnasio de la calle Máximo Aguirre. “No tenemos detalles de cómo llegó (Jenny) al gimnasio”, reconoció ayer Gabirondo, “pero al observar cómo actuó con la otra mujer, pudo haberla llevado por la fuerza”. Lo que está claro es que Aguilar debió contactar con ella de alguna forma si era o no prostituta es un extremo que no se termina de confirmar.
las claves
Juan Carlos Aguilar ha pasado su primera noche tras las rejas de la cárcel de Basauri. El maestro shaolín fue trasladado por la Ertzaintza al juzgado de guardia hacia las 22.00 horas para ser interrogado por la jueza. Cuando llegó al palacio de justicia todavía no había fallecido Ada, la joven a la que Aguilar golpeó presuntamente el domingo. Hacía las 15.00 horas terminó la comparecencia del acusado con la orden de traslado a la prisión de Basauri por el juzgado. Aguilar se podría ser condenado a más de 30 años de prisión por la comisión de dos asesinatos con alevosía y ensañamiento. En caso de confirmarse durante la investigación que se trata de sendos delitos de asesinato con otras circunstancias agravantes como la alevosía y el ensañamiento, supondrían asesinatos cualificados, que conllevarían penas de entre 20 y 30 años de cárcel. Además, si ayer se decretó su ingreso en prisión y no su internamiento en un centro psiquiátrico, es porque Aguilar no se encontraba, en la actualidad, con un cuadro psicótico o en una situación psicológica como para ello.
Los registros continuaron ayer en el gimnasio y en una propiedad del detenido fuera de la CAV
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