Paul Schröder, Cónsul honorario de Alemania en Gipuzkoa

«300 guipuzcoanos emigraron en 2012 a Alemania en busca de trabajo»

«En las escuelas de idiomas están teniendo una gran demanda de jóvenes que solicitan aprender alemán»

Diario Vasco, JUANMA VELASCO jmvelasco@diariovasco.com | SAN SEBASTIÁN., 06-06-2013

«Mi cabeza es alemana y mi corazón donostiarra». Paul Schröeder (San Sebastián, 1952) es uno de los pocos cónsules honorarios que todavía ‘ejercen’ en Gipuzkoa (y Navarra). Hasta 2009 lo hacía en la calle Fuenterrabía de Donostia y actualmente en el polígono Ibarluze de Hernani.

- ¿Cuándo se creó el consulado de Alemania en Gipuzkoa?

- Data del año 1925. Posteriormente, hubo una época en la que no hubo consulado y después de la Segunda Guerra Mundial se volvió a instaurar aquí en los sesenta.

- ¿En qué circunstancias se creó?

- En los años veinte del siglo pasado hubo un montón de alemanes que huían de las miserias que hubo en Alemania a raíz de la Primera Guerra Mundial, que perdieron. Hubo muchos alemanes también que huían por motivos políticos porque entonces ya se empezaba a mover en el país el movimiento de los nacionalsocialistas. Posteriormente, mucha gente vino a España porque tenían relaciones comerciales. Hubo un momento determinado, durante la dictadura de Primo de Rivera, que subieron los aranceles y muchas empresas alemanas se encontraron con que perdían el mercado en España. Mi abuelo y mi padre, que entonces tenía un año, se vinieron aquí y montaron su propia empresa.

- Entonces se creó el consulado para alemanes que huían de la miseria de la posguerra. Y ahora aquí vivimos una crisis que parece no tener fin. ¿Le consta que ahora hay jóvenes guipuzcoanos interesados en buscar un futuro laboral en Alemania?

- El año 2012 ha sido un año de boom en Alemania. Se han registrado casi 900.000 nuevos inmigrantes , de los cuáles 29.910 son españoles. Según los datos de la embajada, guipuzcoanos habrá 300 ó 400. Generalmente la gente no viene por el consulado a preguntar qué posibilidades tiene en Alemania, sino que se informa en internet, porque la embajada tiene un apartado para esto. Pero nosotros estamos a disposición de la gente para ayudarles y orientarles a quién dirigirse en Alemania.

- ¿Qué perfil de guipuzcoanos emigran a Alemania?

- Es el de un joven ingeniero, sobre todo en telecomunicaciones e industriales. Son gente muy preparada que aquí no encuentra trabajo a pesar de tener una formación sólida. Y en estos momentos en Alemania están demandando gente con estudios y están ofreciendo un montón de puestos de trabajo a ingenieros. Los destinos preferidos son Baviera y Renania del Norte, la zona más industrializada. Mi hijo mayor es biólogo y bioquímico, aquí no encontró trabajo y ahora está encantado en la Universidad de Munich. La pena es que se nos está yendo materia buena, en la que hemos invertido mucho dinero para formarles y que acaban en el extranjero, si bien luego esos jóvenes en algún momento volverán aquí y aportarán sus experiencias.

- Para emigrar a Alemania será necesario tener algún conocimiento de la lengua teutona. ¿El alemán vuelve a tener auge en Gipuzkoa?

- Totalmente. Tanto la Escuela Oficial de Idiomas como las academias de lengua está teniendo una gran demanda de personas jóvenes que están solicitando aprender alemán, porque para poder trabajar en Alemania se exige un cierto nivel del idioma.

-En San Sebastián también hay escuelas para niños en alemán…

- Sí, y así como el Colegio Alemán en los últimos años había notado un descenso de alumnado, en los dos últimos años ha habido un auge impresionante de familias que han apuntado a sus hijos. Están a tope. Y me consta que el colegio Mary Ward imparte asignaturas en alemán en los últimos años siempre ha estado a tope de niños.

- O sea que el alemán está de moda…

- Sí, pero básicamente porque la gente no ve otra salida que irse a Alemania. De hecho, la canciller Merkel hizo en su día un ofrecimiento de que vinieran y desde entonces hay un movimiento muy grande.

- Hablando de Merkel, por un lado se da esa germanofilia y ese movimiento de jóvenes hacia Alemania, pero por otro lado hay cierto recelo a la figura de la canciller, a la que muchos ven como la culpable de los recortes que luego se aplican aquí…

- Entiendo esa situación pero no hay que olvidar que Alemania, con el antiguo canciller Schröder, en 2006-2007 realizó la agenda 2010. En aquella época, viendo venir la crisis, Alemania hizo una reestructuración muy grande de todas sus finanzas, de las empresas, del mercado laboral… Hubo millones de parados en aquel tiempo. Creo que se hicieron los deberes a tiempo mientras que aquí estuvimos durante muchos años viviendo por encima de nuestras posibilidades. No hay que olvidar que Alemania respalda con un montón de dinero todos estos rescates y el ciudadano de a pie alemán cree que si va a ser solidario, las personas a las que se va a ayudar tienen que poner algo de su parte.

- Pero como cónsul le habrá tocado escuchar eso de que Angela Merkel es la mala de la película…

- Sí, sin duda. De mucha gente. Y yo intento contrarrestar esto diciendo que Merkel es la canciller pero hay un gabinete detrás que es el que decide. Y luego está Europa. Sí es cierto que hay un grupo de países del norte que está presionando al grupo del sur.

- ¿Desde cuándo es usted cónsul en Gipuzkoa?

-Desde 1998. Anteriormente estuvo mi padre, desde 1985.

- ¿Le consta que haya más consulados en Gipuzkoa?

- Creo que, además del de El Salvador, todavía existe el de Brasil. La mayoría han ido a Bilbao. Seguimos teniendo relaciones entre los antiguos cónsules. Había un grupo pequeño de Suecia, de Noruega… Pero por motivos económicos se han ido todos cerrando.

- Antes el consulado estaba en Donostia y ahora en Hernani. ¿Por qué el cambio?

- Muy sencillo. Hasta 2009 recibíamos solicitudes de pasaporte que tramitábamos luego a la embajada. A partir de 2009, se incluyó el chip en el pasaporte y para ello hacían falta sofisticados aparatos. Alemania no tenía dinero suficiente para dotar a todos los consulados. Al no tener ingresos por esa parte, el consulado de San Sebastián dejó de ser rentable para Alemania. Quitaron la secretaria y el alquiler de la sede en la calle Fuenterrabia de Donostia. Al final, propuse seguir con el consulado en Hernani.

- Usted es cónsul honorario…

-Sí, yo nunca he cobrado sueldo y muchas veces, incluso, el cargo es oneroso para mí. Hay veces que tienes que invitar a gente, otras veces te encuentras a alemanes sin dinero y les ayudas…

- ¿Por qué es usted cónsul?

- Es un honor poder representar a mi país. Por otra parte, cuando he viajado y me he encontrado en una circunstancia de que me han robado, te sientes en ese momento desamparado y necesitas ayuda. Entiendo cuando acuden a mí alemanes cuando les roban, sobre todo si son mayores y no saben qué hacer. El hecho de tener a una persona que hable alemán, que les dé confianza y les dé ayuda, para mí tiene un valor importante.

- Usted es nacido en Donostia, pero también es alemán…

- Mi madre es donostiarra, mi padre alemán. Yo nací en Donostia, estudié en Alemania, me casé allí, mis hijos nacieron allí, aunque luego volví a Donostia. Ocurre que tengo la cabeza alemana y el corazón donostiarra. Vivo en un permanente conflicto entre lo que dicta la razón y el corazón.

- ¿Qué funciones realizan en el consulado?

- Damos información turística, atendemos traducciones legalizadas, firmas delante de notarios, atendemos a casos de robo a alemanes, ayudamos a la repatriación de cadáveres en caso de fallecimientos… También actuamos en intereses comerciales. Cuando una firma alemana busca firmas españolas aquí con las que contactar o al revés, intentamos ayudar buscando esas relaciones.

- ¿Cuántos alemanes viven actualmente en Gipuzkoa?

- Es complicado porque no hay una obligación de inscripción en el consulado para los alemanes. En Gipuzkoa habrá unos 350 alemanes con pasaporte.

- Sigue habiendo reuniones en el Branka (Ondarreta)…

- Sí, hay un grupo de alemanes que todos los segundos martes de mes se juntan en la cafetería Branka para hablar en alemán, comentar problemas, ayudarse… Por otra parte, la Escuela Oficial de Idiomas organiza los jueves ciclos de cine y charlas donde la gente puede hablar en alemán. También hay un coro alemán… Los alemanes que viven aquí se relacionan mucho entre ellos.

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