El último viaje de Mohamed y Yoness

Los padres de los dos hermanos repatriarán sus cuerpos a Marruecos

La Voz de Galicia, L. C. Llera, 05-06-2013

«Dentro del gran dolor, es un alivio» manifestó Khalifa Sidky, tras la recuperación del cuerpo de su hijo, Yoness, de 12 años, que apareció a escasos metros del lugar donde cayó al agua. Naima, la madre del adolescente no fue al lugar hasta que se encontró el cuerpo, sobre las once de la mañana, y se acercó a la rampa junto al río sostenida por amigos y familiares. Sin parar de llorar, lanzó lamentos en árabe que le nacían de las entrañas y rasgaban el aire. La mujer lloraba bajo un sol de justicia, que llevaba al termómetro a marcar 33 grados, y corría el peligro de deshidratarse. Los servicios sociales del Ayuntamiento insistían para que bebiese suficiente agua.

El matrimonio se mudó desde O Porriño a Salvaterra de Miño a principios de año y en el colegio Infante Felipe tenía escolarizados a los pequeños, que tienen otros dos hermanos, de cinco y un año y medio. Los progenitores se instalaron en un edificio nuevo, propiedad de un promotor portugués que decidió alquilar los pisos a 150 euros a familias desfavorecidas al no encontrar compradores por la crisis.

El padre trabaja cuando puede en ferias a ambos lados de la frontera. Llegó a Galicia huyendo de la pobreza de su provincia natal, Benimelén, situada a 170 kilómetros al norte de Casablanca.

Los niños, «muy integrados»

Khalifa arribó hace diez años y en el 2008 se reunió con su esposa y sus hijos. Los niños «estaban muy integrados», cuentan sus allegados. «Mohamed el pequeño era muy listo, le gustaba mucho el kétchup», recordaba ayer una de las personas que los conoce de cerca.

No era habitual que estos niños bajasen al río, fue una circunstancia más bien extraordinaria porque «normalmente estaban jugando en las pistas deportivas y en la plaza del Ayuntamiento», narran sus amigos. Ayer en el colegio Infante Felipe se vivieron escenas de intenso dolor. «Muchos niños lloraron», contaba uno de ellos. La pérdida de los dos compañeros de los escolares fue abordada con tacto por el profesorado.

La familia vive muy cerca del colegio y como era numerosa y no tenían ingresos regulares recibían una renta de integración social de la Xunta.

Los Sidky siguieron un camino marcado por otros marroquíes que se han establecido en Salvaterra en los últimos meses. La crisis inmobiliaria se ha cebado en el municipio, donde se han construido cientos de viviendas que están vacías, a la espera del proyecto de la plataforma logística, que no acaba de materializarse. Por eso abundan los alquileres baratos y unos familiares llaman a otros. Muchos de los marroquíes de esta zona proceden de la misma provincia, Benimelén. Dentro de esta demarcación, la familia Sidky es originaria del pueblo de Old Zmam.

Trámites desde Tui

La asociación islámica Namaa, con sede en Tui, ya ha iniciado los trámites para ayudar en la repatriación de los cuerpos de los dos menores. Los restos se encuentran en el Hospital Nicolás Peña, de Vigo. «Estamos muy agradecidos a las fuerzas de seguridad y a todos los que han trabajado en el rescate», señaló Nouredidine Eljabrouui, presidente de la asociación. Él y el vicepresidente de la entidad, Said Leghrissi, están siendo un apoyo fundamental para los Sidky en estos momentos.

El presidente de Namaa señaló que ya se ha puesto en contacto con el Gobierno marroquí para llevar a cabo el traslado de los cadáveres de los niños en cuanto sea posible. Para ello van a recurrir al consulado de Marruecos en Bilbao que es el de referencia. «Esperamos que se hagan cargo de los gastos porque no tienen dinero. Si es necesario haremos una colecta entre las 80 familias marroquíes de la comarca, aunque muchos de ellos también están en paro», relata el presidente del colectivo musulmán , que pone de relieve que en Galicia no existe todavía ningún cementerio islámico y quieren que se habilite uno.

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