Los restos hallados en el gimnasio de Bilbao son de una mujer colombiana
Ada O., la víctima torturada por el profesor de artes marciales, sigue muy grave
La Vanguardia, , 05-06-2013Los restos humanos hallados en el domicilio y en el gimnasio del experto en artes marciales Juan Carlos Aguilar, detenido el pasado domingo en Bilbao por dejar en coma a una inmigrante nigeriana tras darle una paliza y torturarla, corresponden a una única persona, una mujer de nacionalidad colombiana. Todo apunta a que se trata de la mujer que el detenido dijo, el martes ante la Ertzaintza, que creía haber matado el pasado 31 de mayo. De momento se descarta que los restos hallados en el interior de bolsas de basura en el gimnasio y en su domicilio, en un barrio marginal de Bilbao en el que trabajan prostitutas extranjeras, pertenezcan a más de una persona. Sin embargo, la Ertzaintza no da por cerrado el caso y mantiene muy vivas las pesquisas.
Espada en mano. El luchador, que se presentaba como único guerrero shaolin de Occidente (extremo que se ha desmentido), colgó en internet varios vídeos promocionales
Los vestigios óseos sometidos a examen son una columna vertebral y manos. Fuentes de la policía autónoma vasca señalaron ayer que en la identificación provisional de la fallecida ha contribuido el hecho de que su caso figurara en los archivos de personas desaparecidas. Sobre esta mujer, Aguilar, de 47 años, dijo a los investigadores que “creía” haberla matado, aunque añadió que estaba “confuso” al respecto de esos hechos.
Ada O., la joven nigeriana de 29 años apaleada por Aguilar, sigue en coma, en estado “muy grave”, según el parte médico emitido ayer por el hospital de Basurto. Ada O., que se dedicaba a la prostitución, “se ha deteriorado con respecto a la situación inicial”. Esta mujer ya se encontraba inconsciente cuando la policía entró en el gimnasio de la calle Máximo Aguirre, tras el aviso de un vecino que vio como un hombre la arrastraba por el pelo mientras esta gritaba. Los policías tuvieron que romper con mazas una verja de metal para acceder al interior donde Aguilar, presuntamente, después de atarle las manos, los pies y el cuello, la golpeó brutalmente hasta dejarla en situación de parada cardiorrespiratoria, aunque los sanitarios lograron su recuperación. El detenido manifestó en el interrogatorio que su intención era matarla.
En el mismo gimnasio donde Aguilar torturó a su víctima, la policía vasca encontró bolsas con los restos humanos que ayer se confirmó que correspondían a la mujer colombiana. Tras cometer el crimen, el profesor de artes marciales la habría descuartizado para deshacerse de los restos. La Ertzaintza emprendió el lunes el rastreo de zonas de la ría de Bilbao próximas al gimnasio buscando más restos. Buzos de la policía estuvieron sumergiéndose en las aguas de la ría hasta mediodía de ayer en que se levantó el dispositivo. También se sellaron primero y se inspeccionaron después todos los contenedores de basuras situados en las calles más próximas. En su búsqueda, los policías incluso derribaron tabiques del gimnasio para ver si allí había escondido otros restos humanos.
Juan Carlos Aguilar estaba siendo tratado desde hace un par de años de un tumor cerebral que había disminuido su capacidad para el deporte, hasta el punto de que había dejado de ocuparse de la enseñanza en el gimnasio.
Lo ocurrido ha conmocionado a Bilbao: estas muertes son el tema de conversación en la ciudad. Ayer por la tarde se celebró una concentración de protesta en la plaza doctor Fleming, con asistencia del consejero de Justicia, Josu Erkoreka.
(Puede haber caducado)