Un maestro de artes marciales, posible asesino en serie
"No hemos echado en falta a ninguna, pero tenemos miedo"
La comunidad nigeriana se concentró ayer frente al domicilio del agresor
Deia, , 04-06-2013BILBAO. Las amigas de Ada, la joven nigeriana que permanece en coma tras la brutal violencia sufrida a manos del maestro shaolín, tienen miedo de que otras mujeres hayan podido correr peor suerte que su compañera. Ayer, mientras la Er-tzaintza registraba el piso del agresor, se concentraron en los alrededores del domicilio, temerosas, al tiempo que pedían justicia.
Jessica, Rosa y otras tantas mujeres que estaban ayer en la calle Iturrizar son amigas, primas y compañeras de Ada. “Nos conocemos todas porque coincidimos en nuestra iglesia en Rekalde”, explicó Jessica. Su preocupación, en estos momentos, es saber si los restos encontrados en el piso del agresor son de varias mujeres. “No hemos echado en falta a ninguna compañera, pero tenemos mucho miedo”, confesaba Jessica, con los ojos en cada una de las cajas que sacaba la Ertzaintza del domicilio del maestro shaolín para su estudio.
“Ninguna de nosotras conocemos a ese hombre. Tiene que haber justicia”
Claro que tampoco habían echado en falta a Ada hasta que en la mañana de ayer se enteraron por los periódicos y las noticas de televisión de lo que había ocurrido. “Entonces corrimos a Basurto, aunque solo cuatro personas por la mañana y otras cuatro por la tarde han podido ver a Ada”.
La joven vive muy cerca del agresor, a unos 300 metros, según comentaron sus compañeras. "Tiene una habitación alquilada ella sola en Zabalburu ", señalaron sus amigas. Lo que dicen con absoluta rotundidad es que ninguna de ellas conocía al monje budista. “Es un hombre malo, mata a chicas de color y también a blancas, por eso hay que castigarle. Tiene que haber justicia, no se puede permitir que una persona así salga de la cárcel porque mataría a más mujeres”, decía una de las jóvenes concentrada ayer frente a la vivienda del presunto agresor.
Edos Osahon, representante de la comunidad nigeriana en Bilbao, acudió a ver a Ada tras enterarse de lo sucedido. “Es una chica muy maja, ojalá salga adelante”. Osahon sabe que la situación de las mujeres que vienen de Nigeria a trabajar en Bilbao es muy complicada. Además, “las que se dedican a la prostitución tienen más problemas de seguridad porque no conocen bien el idioma y son fácilmente engañadas”.
Osahon estaba muy preocupado por lo ocurrido con su compatriota. “La comunidad de nigerianos en Bilbao es muy importante y muchas mujeres me han llamado al enterarse esta mañana de lo ocurrido”. En nombre de todos pidió justicia. “Hay que castigarle como dice la ley. Los nigerianos queremos que se haga justicia”.
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