Internacional

Obama y Peña Nieto se comprometen a compartir fronteras más seguras

ABC, manuel m. cascantecorresponsal en méxico, 03-05-2013

Al tiempo que más transitables para el comercio

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó este jueves a México alentado por las buenas perspectivas económicas del país vecino y alertado ante la nueva política contra el narcotráfico emprendida por su homólogo, Enrique Peña Nieto, que algunos medios estadounidenses calificaron días atrás como «cosméticas». Ambas delegaciones emitieron un comunicado conjunto donde se subraya que, «con un horizonte de cuatro años en los que sus respectivas presidencias coincidirán, los dos líderes expresaron su deseo de generar una cooperación aún mayor entre sus dos naciones en la competitividad económica, los vínculos entre ambas sociedades, el liderazgo en temas regionales y globales y la seguridad ciudadana».


La nota recuerda que «el comercio bilateral fue de casi 500.000 millones de dólares en 2012», por lo cual ambos presidentes «decidieron establecer un Diálogo Económico de Alto Nivel, que estará encabezado a nivel ministerial, y se concentrará en promover la competitividad, productividad y conectividad, fomentar el crecimiento económico y la innovación y ejercer conjuntamente un liderazgo global». Este mecanismo incluirá a «las dependencias correspondientes de ambos gobiernos» y «actores relevantes, particularmente el sector privado». La meta es que «el trabajo conjunto de México y Estados Unidos, junto con sus socios canadienses», lleve a América del Norte a ser «la región más dinámica y competitiva del mundo».


Los mandatarios también «reafirmaron su compromiso de actuar como socios corresponsables a través de un renovado enfoque de colaboración para la seguridad ciudadana. Peña Nieto se refirió a la importancia de asegurar un México en paz como uno de los cinco ejes de su estrategia de gobierno, así como de la prevención del delito, al atender las condiciones que contribuyen a su ocurrencia y al fortalecimiento de las instituciones y el Estado de Derecho. Obama reiteró el apoyo de Estados Unidos a los esfuerzos de México, y en particular a la transición hacia un sistema de justicia acusatorio que sea transparente, efectivo y eficiente. Los presidentes enfatizaron la importancia de continuar actuando contra la delincuencia organizada transnacional, de mayores esfuerzos contra los flujos financieros ilegales y el tráfico de armas, y de las medidas para reducir el consumo de drogas y sus consecuencias».


En rueda de Prensa conjunta, Peña Nieto aseguraba que «queremos fronteras más seguras y más fáciles para el tráfico comercial. Nuestras dos naciones deben transitar de la simple vecindad a una comunidad plena: Que nadie separe lo que la naturaleza ha unido». Recordando el pasado, pero con vistas al futuro, Obama señaló que «hemos tenido una relación magnifica con el presidente Calderón y los vínculos entre los dos países van más allá de partidos; si un presidente republicano me sustituye, continuará una buena relación con México».


Obama se comprometió a reducir la demanda de drogas y la venta de armas en su país («lo que me interesa no sólo son las muertes en México sino también en EE.UU.») y, aunque las medidas de seguridad interna dependen exclusivamente de México, apoyará la iniciativa de reducir la violencia en la lucha contra el crimen organizado. También recordó que «nuestras fronteras son más seguras que antes, las tentativas de entrar ilegalmente a Estados Unidos han disminuido marcadamente».


En ese sentido, el estadounidense «reiteró su compromiso con una reforma migratoria de sentido común que instituya un sistema migratorio justo y efectivo, que reconozca las extraordinarias aportaciones de los inmigrantes». Por su parte, el mexicano reafirmaba el de su Gobierno en «apoyar el bienestar de los mexicanos que residen en el exterior».

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