Los amigos de Yojar

Tres detenidos por deshacerse de un portátil y una mochila del sospechoso

La Vanguardia, MARC BASSETSWashington. Corresponsal, 02-05-2013

Los hermanos Tsarnáyev pudieron contar con la colaboración de amigos y conocidos en los días posteriores al atentado de Boston, el 15 de abril. Las autoridades federales anunciaron ayer la detención de tres estudiantes de 19 años –dos procedentes de Kazajistán y el tercero, ciudadano de Estados Unidos– que supuestamente ayudaron a uno de los sospechosos, no antes sino después del estallido de dos bombas en el maratón de la capital de Massachusetts.
CNN
En Nueva York. Yojar Tsarnáyev, segundo por la derecha, con unos amigos en Times Square, en una foto difundida por CNN. A su derecha, con el rostro visible, los estudiantes kazajos detenidos. Yojar y su hermano querían atentar en este lugar
Ninguno de los tres detenidos tiene nada que ver con la preparación del atentado. El FBI sospecha que los estudiantes sacaron material comprometedor de la habitación de Yojar –el menor de los Tsarnáyev– en la Universidad de Massachusetts, en la localidad de Dartmouth, donde estudiaban o habían estudiado los cuatro amigos. Después, uno de los detenidos habría engañado a las autoridades y torpedeado la investigación.
El atentado dejó tres muertos. Cuatro días después, el 19 de abril, un policía murió tiroteado durante la escapada de los Tsarnáyev. El mayor –Tamerlán, un exboxeador de 26 años que en los últimos años había abrazado el islam radical– también murió. Yojar –estudiante de 19 años aparentemente más integrado en el american way of life– fue detenido y acusado de usar armas de destrucción masiva, con resultado de muerte, y daños maliciosos a propiedades.
Una de las incógnitas, tras el atentado de Boston, era si los Tsarnáyev –hijos de una familia chechena que llegó a EE.UU. hace una década– actuaron solos o pertenecían a un grupo terrorista. Las autoridades parecieron inclinarse pronto por la primera opción, aunque no han dejado de interrogar a personas que pudieron ayudarles a preparar el atentado o que tuvieron conocimiento de los planes.
Por los primeros informes oficiales sobre los tres detenidos, no parece que la ocultación respondiese a un plan elaborado sino más bien a una reacción precipitada de un grupo de amigos. Los ciudadanos kazajos Azamat Tazhayákov y Días Kadirbáyev fueron acusados de conspiración para obstruir a la justicia. Según un comunicado de la fiscalía, intentaron deshacerse de un ordenador portátil y de una mochila con fuegos artificiales que eran propiedad de Yojar Tsarnáyev. Se enfrentan a sentencias máximas de cinco años de prisión y una multa de 250.000 dólares. El estadounidense Robel Phillipos, que participó en el encubrimiento, fue acusado de declaraciones falsas a los investigadores y afronta ocho años de prisión y una multa de 250.000 dólares.
Según la declaración jurada del agente especial Scott Cieplik, del FBI, Tazhayákov, Kadirbáyev y Philippos se movilizaron en la tarde del 19 de abril, después de que se difundieran las primeras imágenes de los sospechosos. Enseguida identificaron a su amigo Yojar. Kadirbáyev le envió un mensaje de texto telefónico diciéndole que se parecía a un sospechoso. Yojar respondió: “lol”, que significa algo así como “me estoy riendo a carcajadas”. “Mejor que no vuelvas a enviarme mensajes”, decía en otro mensaje. O: “Ven a mi habitación y llévate lo que quieras”. Tazhayákov, Kadirbáyev y Philippos acudieron a la habitación de Tsarnáyev y se llevaron la mochila con los fuegos artificiales y el ordenador. Según la declaración del agente, lo hicieron “para ayudar a su amigo Tsarnáyev a evitar problemas”. Una vez en casa de los estudiantes kazajos, en la localidad de New Bedford, decidieron tirar el material a un contenedor. El 26 de abril los investigadores hallaron la mochila y los petardos en un vertedero.
Los estudiantes kazajos aparecen en una de las fotos de Yojar Tsarnáyev que se divulgaron en los días posteriores al atentado. Se ve a un grupo de amigos en Times Square, en Nueva York. Los Tsarnáyev tenían la idea de atentar en esta plaza durante la huida que acabó con la vida del mayor y la detención del menor, según anunciaron la semana pasada los alcaldes de Boston y Nueva York. El plan no parecía demasiado sofisticado, vista la improvisación que exhibieron los hermanos después del atentado.
Tazhayákov y Kadirbáyev eran propietarios de un BMW con una matrícula en la que se leía: “Terrorista#1”. Las llamadas matrículas vanidosas, en las que el propietario puede inscribir una palabra en vez del número y letras preceptivos, son habituales en EE.UU. El padre de uno de ellos dijo a un medio de Kazajistán que la matrícula era un regalo, en clave jocosa, de unos amigos españoles.
“Este chiste trajo problemas”, comentó el padre. “Vaya tontería. Y en un mal momento”, dijo a Associated Press la semana pasada Robert Stahl, el abogado que representa a Kadyrbayev en el caso de inmigración que oficialmente provocó su detención el 20 de abril. Stahl explicó que ni su cliente ni el otro estudiante kazajo tuvieron nada que ver con el atentado ni vieron indicios de los planes de Yojar y Tamerlán.
“Los chavales está tan conmocionados y horrorizados por lo que ha ocurrido como todo el mundo”, declaró Stahl. “No les cabe en la cabeza que haga algo así un chaval que parecía el típico estudiante universitario”.

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