La peor amenaza para la Unión

El descontento social y la penuria económica, semillas del extremismo

El Mundo, JAVIER G. GALLEGO BRUSELAS CORRESPONSAL, 02-05-2013

El descontento social y las penurias individuales son el mejor fertilizante para hacer crecer el populismo. Pueden cambiar las circunstancias, pero no el resultado de esa ecuación en la que la desesperación lleva a las personas a abrazar los extremismos políticos. La de ayer fue una nueva demostración de fuerza de la derecha radical europea y una advertencia que deberían tener muy en cuenta las formaciones tradicionales, incapaces de dar una solución creíble a la peor crisis económica que vive el continente en los últimos 50 años.

1La austeridad impuesta por Bruselas como pretexto

En las calles de París los gritos como «¡Francia para los franceses!» se entremezclaban ayer con los que pedían el fin de los recortes sociales y la austeridad impuesta por Bruselas. La extrema derecha que personifican figuras políticas como Marine Le Pen (Francia), Geert Wilders (Holanda), Nikolaos Michaloliakos (Grecia), Jimmie Akesson (Suecia) o Gábor Vona (Hungría), entre otros, está tratando de rellenar el hueco ideológico que dejan los votantes decepcionados con las medidas económicas de los últimos años. Como ocurre en Grecia con el movimiento Amanecer Dorado, la solidaridad y las políticas sociales de estos movimientos ahora se condicionan a la bandera que aparece en el pasaporte del desempleado.

2Una peligrosa alianza paneuropea de extremistas

El creciente apoyo popular a la extrema derecha puede acabar convirtiéndose en una tendencia europea si se consagran las alianzas que algunos líderes populistas están planteando. Una de las caras más visibles del radicalismo europeo es la de Geert Wilders, líder del partido holandés PVV que recientemente se reunió con la presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, para estudiar la creación de un partido extremista paneuropeo. «Pensamos lo mismo en el 90% de las cosas y coincidimos en nuestros planteamientos sobre inmigración», dijo Wilders tras el encuentro. A esta alianza podrían unirse otras formaciones de extrema derecha con planteamientos similares en toda Europa, como los belgas Vlaams Belang o incluso los populistas Alternativa para Alemania, aunque estos se han desmarcado del radicalismo de derechas y se consideran liberales.

3El Parlamento Europeo, «un mono con pistola»

Las elecciones en Alemania pueden ser un indicador adelantado de lo que va a suceder dentro de un año en los comicios europeos. Los dos grandes partidos (el PPE y los socialistas) manejan ya encuestas internas que dan un importante descenso del número de escaños en la Eurocámara, en favor de grupos minoritarios que en muchos casos defienden planteamientos radicales y euroescépticos. Un alto funcionario de la UE reconocía esta semana en una conversación informal que el Parlamento Europeo puede convertirse en un «mono con pistola» si efectivamente estos grupos populistas consiguen una mayor representación política en Bruselas. Merkel, Hollande, Rajoy y compañía son conscientes del efecto que puede provocar el fracaso de sus decisiones: una UE ingobernable e incapaz de avanzar tiene más probabilidades de iniciar su autodestrucción.

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