España
Garfios y escaleras en el salto de la valla de Melilla
ABC, , 27-04-2013Algunos subsaharianos se desnudan y se embadurnan en heces para eludir a los agentes
El último intento de salto masivo en la valla de Melilla en la noche del jueves ha permitido ya la entrada en la ciudad de 70 subsaharianos irregulares, según fuentes de la Guardia Civil. Más de 200 inmigrantes subsaharianos trataron de saltar el triple vallado en una estrategia perfectamente diseñada. Se dividieron en tres grupos y utilizaron unos escaleras y otros garfíos, tal y como advirtieron los agentes que custodian el perímetro fronterizo a ambos lados. En una primera oleada lo consiguieron en torno a medio centenar. Mientras los agentes de la Guardia Civil trataban de contener al resto que se movía en torno a tres grupos coordinados en la zona de Villa Pilar, próxima al aeropuerto, los que habían logrado su objetivo encontraron un refugio inesperado.
«Corrieron a través del campo y entraron en el perímetro del aeropuerto; luego se dirigieron a una urbanización próxima. Pensamos que estarían asustados hasta que ocurrió lo que ocurrió», explican fuentes de la Guardia Civil. Lo que ocurrió fue que el líder de la oposición en Melilla, Mustafá Aberchan, abrió la puerta y cobijó en su casa al grupo: en torno a 40 subsaharianos, según se encargó de contar él mismo a través de una red social, en la que explicó casi en directo, que les había franqueado el paso ante las «salvajes agresiones» de la Policía, que o no fueron tan salvajes o han desaparecido porque el comentario ayer estaba eliminado.
Algunos de ellos se arrancaron parte de sus ropas, una práctica cada vez más habitual, según explican fuentes policiales. «Llegan y se desnudan, se descalzan o lo que es peor se embadurnan… Ya hemos tenido varios casos en los que se han frotado el cuerpo con heces para provocar asco y vómitos en quienes los persiguen». La estrategia a la desesperada es consecuencia de la mayor presión que están ejerciendo los agentes marroquíes a ese lado de la frontera. Las tentativas de entrada son diarias, con cualquier medio al alcance, según comprueban cada día los guardias civiles que custodian la valla.
El jueves por la noche en la puerta del político confluyeron guardias civiles y policías nacionales. Aberchan negoció con el jefe superior de Policía, Ángel Riesco, la salida de los inmigrantes de su casa, a cambio de que fueran inmediatamente al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) lo habitual, por otra partey así acabó el refugio domiciliario.
Aberchan se negó en la conversación con el responsable policial a que los subsaharianos fueran conducidos al CETI en vehículos policiales y, en otro alarde publicitario, los acompañó él mismo cual flautista de Hamelin a pie hasta esas dependencias. Los inmigrantes llegaron muy ufanos al centro, la única posibilidad legal, dado que Marruecos no admite devoluciones de extranjeros de terceros países, una vez que han logrado saltar la valla. La colaboración llega hasta que pisan territorio español.
Ayer por la tarde, Policía y Guardia Civil ya habían contabilizado la entrada de forma ilegal en la Ciudad Autónoma de 70 subsaharianos a través del triple vallado, según confirmaron a ABC fuentes policiales, que están viviendo de nuevo una constante presión migratoria.
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