Decenas de inmigrantes subsaharianos, entre 150 y 200, según las primeras estimaciones, han asaltado esta noche la valla fronteriza de Melilla, de los cuales un grupo de unos cincuenta ha conseguido acceder a la ciudad. El asalto masivo a la valla se produjo en la zona conocida como Villa Pilar, muy próxima al aeropuerto, en torno a las 22.00 horas, aprovechando el cambio de turno de la Guardia Civil. Los inmigrantes que consiguieron saltar el triple vallado se adentraron en grupo por las calles de la ciudad.

El expresidente de Melilla y actual líder de la oposición, Mustafa Aberchan, se ha convertido además en uno de los protagonistas de este último asalto a la valla fronteriza con Marruecos, al cobijar en su propio domicilio a un grupo de inmigrantes para protegerles, según él, de las “salvajes agresiones” de la Policía. Según ha indicado en su perfil de la red social Twitter, Aberchan encontró a los inmigrantes al regresar a su domicilio mientras la Policía trataba de conducirlos a dependencias policiales, por lo que decidió abrir la puerta de su casa a los indocumentados.

Aberchan negoció con el jefe superior de la Policía, Ángel Riesco, la salida de los subsaharianos de su casa, a cambio de que fueran inmediatamente al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad, algo que finalmente se produjo.

La avalancha de inmigrantes ha provocado un sinfín de reacciones de políticos en las redes sociales. El presidente del Gobierno de Melilla, Juan José Imbroda, ha utilizado esta vía para expresar su apoyo a la Guardia Civil, ante la presión migratoria ilegal, al tiempo que ha pedido un cambio en la Ley de Extranjería.

Imbroda propone que se aplique el acuerdo entre España y Marruecos de 1992 para la devolución de inmigrantes y solicita la creación de una zona de rechazo inmediata en la frontera, así como una mayor implicación de la Unión Europea.

El asalto a la valla de la pasada noche es el primero que se registra en las últimas semanas, si bien la presión migratoria sigue siendo constante, con continuos avistamientos de grupos de inmigrantes por las cámaras de seguridad.