Inmigrantes atacan desde una patera a guardias civiles
El Mundo, , 22-04-2013Últimamente tanto la Delegación del Gobierno en Melilla como la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) vienen denunciando la agresividad que emplean algunos inmigrantes cuando tratan de entrar a la ciudad autónoma de forma clandestina. A una minoría de los muchos que lo intentan no le importa entrar arrasando con tal de conseguir el sueño dorado de poner un pie en suelo europeo, y por ello no es raro que algunos vengan preparados con palos y piedras para zafarse de la Guardia Civil.
Pero esta escena, que hasta ahora se había dado sólo en el perímetro fronterizo, se trasladó ayer a alta mar con un agravante: los 15 ocupantes de la patera llevaban cuchillos, armas inauditas hasta ahora en los intentos de entrada a Melilla, que complementaron con largos palos para intentar evitar ser interceptados por los agentes que habían salido para auxiliarlos del temporal. Los seis guardias resultaron heridos por contusiones y magulladuras, y tres de ellos han tenido que ser dados de baja.
Todo ocurrió ayer a las 11.00 horas, cuando la Guardia Civil detectó que a dos millas había una embarcación que navegaba con dificultades por el temporal de levante que azotaba al mar. El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (Geas) salió en su busca, sin saber que se trataba de inmigrantes y preparado con mantas térmicas y botiquín por si hacía falta atender a los tripulantes, según apuntaron a este diario fuentes policiales.
Palos y cuchillos
Al llegar hasta la barca de madera, los guardias se encontraron con 15 subsaharianos que los recibieron de uñas, sacando varios maderos de obra bastante largos, y cuchillos con una hoja de unos cinco centímetros y afilada por ambos lados, como los que utilizan los pescadores para rajar redes y pescados.
Los seis agentes fueron alcanzados por los palos que se movían en todas direcciones desde la barca de los inmigrantes, que no volcó de milagro y llegó finalmente a la playa sin hacer caso del Geas, que decidió ir detrás escoltándolos.
Allí esperaban varias patrullas de la Guardia Civil, contra las que los inmigrantes también mostraron la misma actitud para tratar de huir adentrándose en la ciudad. Diez de ellos lo consiguieron, ya que sólo cinco fueron interceptados. Dos tuvieron que ser atendidos en urgencias, igual que los seis guardias heridos.
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