MIGUEL CABRERA / Almería
Magou Ndoye, un senegalés que vive
desde hace 15 años con su familia
en Almería, donde trabaja como
vendedor ambulante, asegura que
el Ministerio de Justicia le ha denegado
la nacionalidad española porque
al responder a un cuestionario,
supuestamente con el objetivo de
demostrar su integración en España,
no supo decir el nombre de la
mujer del entonces presidente del
Gobierno, Rodríguez Zapatero.
Tras la denegación de la nacionalidad
a finales de enero, por «no haberse
demostrado el grado de integración
en la sociedad española», y
al considerar que se había cometido
con él una injusticia, pues asegura
que sólo restaba el trámite del cuestionario,
en el que afirma haber respondido
correctamente «a la inmensa
mayoría de las preguntas», Magou
Ndoye acudió al abogado
Marcelo Quílez, quien ha presentado
un recurso que la Audiencia Nacional
ha admitido a trámite. En él
exponía que su defendido está plenamente
integrado en la sociedad y
que el examen que tuvo que superar
carecía de toda lógica, pues sus
preguntas eran arbitrarias.
El abogado ha manifestado a este
diario que el mencionado cuestionario
era el único trámite que
Ndoye debía cumplir para conseguir
la nacionalidad, tras presentar
un gran número de documentos
que probaban su integración en
España, donde ha vivido en los últimos
tres lustros.
El examen, «que no está contemplado
en ningún reglamento del Código
Civil», fue realizado hace dos
años –dice el letrado– en el Registro
Civil de Almería por una funcionaria,
que le preguntó por distintas cuestiones
que debían demostrar, supuestamente,
su integración y conocimiento
del país donde vive. Eran 30 preguntas,
de las que debía contestar
bien 27. Además del nombre de la
mujer de Zapatero, le preguntaron
por los colores de la bandera de Andalucía,
o por el nombre de la Reina,
entre otras cuestiones que, según el
abogado, tampoco pueden, en ningún
caso, implicar la denegación de
la nacionalidad a un inmigrante.
Marcelo Quílez considera indignante
que se le haya denegado la
nacionalidad a su defendido por un
absurdo examen que a su juicio no
prueba nada, obviando lo más importante,
los muchos años que lleva
viviendo en Almería.
De hecho, el abogado ha acompañado
su recurso con firmas de un
gran número de vecinos del barrio
almeriense donde vive Ndoye, que
aseguran que el joven está plenamente
integrado. Entre ellos se encuentra
la alcaldesa de barrio, María
del Carmen Benigna, quienmantiene
que «Magou Ndoye está integrado
en la sociedad española, con buena
conducta y adaptado adecuadamente
a las costumbres españolas».
Tras la denegación del Ministerio,
Ndoye se ha visto obligado a
pagar 568 euros para presentar el
correspondiente recurso, que para
él supone mucho dinero, como destaca
su abogado quien, sin embargo,
no le cobra por sus servicios.
«Al margen de ese cuestionario,
lo que está claro es que Magou está
totalmente integrado y habla perfectamente
español, que es la verdadera
cuestión de fondo del asunto y
por lo que confío en que el recurso
llegará a buen puerto», dice Quílez.