Cameron corta los subsidios a los inmigrantes

Justifica esta medida ante el creciente flujo de jóvenes en paro de la zona euro

El Mundo, CARLOS FRESNEDA / Londres Corresponsal, 26-03-2013

David Cameron ha decidido fortificar Reino Unido contra los inmigrantes, aunque procedan de la Unión Europea. El premier anunció ayer severos recortes en los subsidios de desempleo, en la asistencia sanitaria y en el acceso a viviendas públicas a los nuevos inmigrantes, ante el flujo creciente de jóvenes en paro procedentes de la zona euro (entre ellos, España) y ante el temor a una avalancha de trabajadores de Rumanía y Bulgaria a partir del próximo año.
Consciente de que la Comisión Europea puede cuestionar alguna de sus propuestas, Cameron prometió que su Gobierno luchará «con fuerza» para poner en marcha sus iniciativas con las que pretende contener la inmigración. Su propuesta llega a pocos días después de que el viceprimer ministro, Nick Clegg, anunciara un plan para exigir «fianzas» a los inmigrantes que entren en el país con visado temporal.
«Reino Unido ha sido siempre una economía abierta y acogedora, pero no es justo que se abuse de nuestro sistema», declaró Cameron, tras la reunión mantenida con expertos gubernamentales de todos sus departamentos. «Vamos a revisar profundamente nuestras ayudas sociales para asegurar que no vamos a tener un tacto suave con todos los que quieran venir aquí».
Cameron culpó al laborista Tony Blair por el asunto de la inmigración y prometió «acabar con medidas que no pasarían ni un simple examen de sentido común». «El derecho a la salud, a la vivienda y a la justicia son ante todo derechos de los británicos y no de cualquiera que llegue a nuestro país».
«El fin de la cultura de algo a cambio de nada va a afectar a la inmigración del mismo modo que ha afectado a nuestras políticas sociales», añadió el premier. «Los inmigrantes europeos, al igual que los ciudadanos británicos, han de tener muy claro este mensaje: no existe un derecho absoluto a cobrar el paro».
Cameron anticipó que los inmigrantes de la UE dejarán de cobrar el subsidio de desempleo después de seis meses, «salvo que demuestren genuinamente que están buscando un empleo» y que tengan «una perspectiva real» de poder encontrarlo. Entre las nuevas condiciones, se exigirá el dominio de la lengua inglesa.
El premier anunció su intención de imponer sanciones a los caseros que alquilen viviendas a inmigrantes en situación ilegal. Asimismo, anticipó nuevas y severas reglas, como la prueba de residencia local, para impedir el acceso a las viviendas sociales de ciudadanos no británicos.
La cuestión sanitaria mereció también una mención aparte en el duro discurso de Cameron: «Tenemos que acabar con la expectativa de que nuestro sistema sanitario es gratuito para todo el mundo. Vamos a dar pasos para garantizar que nuestra sanidad pública pueda reclamar el dinero que se le debe».
«Siempre he reconocido los beneficios de la inmigración, pero también he defendido que debe existir un control», declaró Cameron. «Deberíamos bajar el techo migratorio de cientos de miles a decenas de miles. Pero deberemos asegurarnos de que al mismo tiempo atraemos a las mentes más brillantes y a los emprendedores capaces de generar empleo y crecimiento y de ayudarnos en la carrera global de la economía».
El discurso de Cameron llega a los pocos días de la polémica suscitada por Clegg, con su insólita propuesta para combatir la inmigración ilegal: hacer pagar una fianza a quienes entren al país con un visado temporal como garantía para que no permanezcan más tiempo que el autorizado.
Según Clegg, el sistema sería similar al que ya se emplea en otros países como Australia para inmigrantes considerados «de riesgo» (o sea, de países en desarrollo). Las fianzas serían en cualquiera caso superiores a las 1.100 libras (1.140 euros).
La propuesta de Nick Clegg ha causado estupor en las filas de su partido, que en el año 2010 prometió impulsar una amnistía para los inmigrantes ilegales que llevaran más de una década en el país.
La inmigración se ha convertido en uno de los temas calientes en la política británica. Con el levantamiento de las restricciones dentro de la UE, se estima que entre 250.000 y 425.000 trabajadores de Bulgaria y Rumanía podrían viajar hacia Reino Unido, que tiene en cartera una campaña para inundar los países de origen con este mensaje: «Inmigrantes, no vengáis al Reino Unido. Llueve siempre mucho, el empleo es escaso y pagamos poco».

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