AMINTA BUENAÑO RUGEL EMBAJADORA DE ECUADOR EN ESPAÑA
"Nuestra premisa es: primero el ciudadano que el capital"
El Día, , 25-03-2013Invitada por la asociación Atahualpa, la embajadora de Ecuador en España llega a Tenerife para mantener un encuentro fraternal con la comunidad ecuatoriana en las Islas . Saltándose las restricciones que impone el protocolo, hace honor a su capacidad didáctica y pedagógica, pues se licenció en Lengua Española y Comunicación por la Universidad de Guayaquil. Con la calidez que caracteriza a los iberoamericanos, recibe a EL DÍA en la sala de exposiciones de la sede de Caja Siete, en Santa Cruz.
Es la primera vez que viene a Tenerife. ¿Qué motivo la trae a Canarias?
Voy a tener una reunión con los ciudadanos ecuatorianos que residen en Tenerife para presentarles todos los servicios que presta la SENAMI, la casa del migrante. También les hablaré sobre los diversos planes de retorno que tiene el Gobierno ecuatoriano. Los vamos a escuchar, porque mantener un diálogo y acercamiento con la población ecuatoriana residente en Canarias es muy importante para nosotros. La premisa de nuestro presidente es primero los ciudadanos que el capital.
¿Con qué dificultades se encuentra la comunidad ecuatoriana en nuestro país?
Los principales problemas son los mismos que vive el pueblo español: las hipotecas, el desempleo o la cobertura sanitaria. También están muy interesados en saber cuál es la situación del país y qué posibilidades tiene un inmigrante retornado. La única diferencia es que la población migrante es la más vulnerable entre los vulnerables. Están solos, sin el colchón familiar que tiene cualquier ciudadano español.
¿Y cuáles son los programas de retorno que ofrece Ecuador?
Por ejemplo, tenemos el Plan Tierras que está pensado para dar terrenos a agricultores ecuatorianos residentes en España y convertirlos en cooperativas. El plan de retorno para docentes ofrece entre 16.000 y 20.000 plazas en la enseñanza. Por otro lado, el Ministerio de Salud impulsó el Plan Ecuador Saludable porque tenemos un déficit de médicos especialistas. Luego está el programa Prometeo, Viejos Sabios, que se ha abierto para buscar científicos. Se han ido haciendo poco a poco porque el Estado debe ayudar, apoyar, asesorar y defender a los ecuatorianos en el exterior, de acuerdo a nuestra constitución. No obstante, para entrar en ellos hay que reunir unos requisitos muy exigentes. También pueden interesar a los españoles.
¿Tiene conocimiento de cuántos ciudadanos ecuatorianos han salido de España?
Es difícil saber cuántos se van porque muchos tienen la doble nacionalidad. Pueden utilizar tanto el pasaporte español como el pasaporte ecuatoriano, pero creemos que es una cifra importante. También hay ciudadanos ecuatorianos que quieren quedarse a pesar de la crisis. No quieren vivir otro desarraigo y sus hijos tienen toda una vida hecha aquí.
¿Qué se encuentran sus compatriotas cuando vuelven?
La Secretaría Nacional del Migrante trata de integrar a los ecuatorianos que retornan, porque no es fácil. Conseguir trabajo en ninguna parte del mundo es rápido. Lo que sí garantiza y apoya el Estado ecuatoriano con el Banco del Fomento, el Banco de la Vivienda y diferentes organismos son las posibilidades de emprendimiento.
¿Cuáles son las claves que explican el crecimiento y desarrollo de Ecuador en los últimos años?
El primer factor está en que se abandonó la receta neoliberal, los mandatos del Fondo Monetario Internacional y de instituciones que decían lo que debía hacerse y siempre exigían recortes sociales. Con este nuevo gobierno, se dio todo un viraje a la política económica, buscando la equidad, la igualdad, la redistribución de la riqueza, la justicia y la soberanía del Ecuador.
¿Europa debe mirar a América?
Creo que sí. En estos momentos, los países sudamericanos están dando una lección de la manera de hacer las cosas. Con toda humildad lo digo, porque siempre se puede aprender. Pienso que se debe mirar hacia los procesos históricos que está viviendo América Latina y que pueden resultar una experiencia interesante para otros países del mundo.
¿Cree que su gobierno se muestra cercano al discurso populista?
Esa es una versión tergiversada, interesada, falsa y motivada por la falta de comprensión. Le pongo un ejemplo, el gobierno de Ecuador canceló 14 universidades porque no se ajustaban a la excelencia y a la calidad. Esa no es una posición populista. El presidente Rafael Correa tiene una visión humanista, que busca el progreso para todos los ecuatorianos.
Pero el presidente Correa se ha enfrentado con la libertad de los medios de comunicación…
Yo creo que tiene problemas con ciertos medios, no con todos porque el proyecto político de la revolución ciudadana, promovido por el presidente, vino a cambiarlo todo. Hace doce o quince años nadie hablaba de populismo cuando se hacía una política en contra de los intereses populares, porque gobernaba la derecha. Pero, ahora, como hay un presidente entregado a la gente y que no responde a la banca, las transnacionales y los poderes fácticos internacionales hablan mal de él.
¿Tiene alguna novedad sobre el caso del periodista y activista Julian Assange?
No hay ninguna novedad. Esperamos que él pueda viajar a Ecuador como exiliado y que se solucione este problema tanto por Ecuador como por Inglaterra, porque somos países con una excelente relación. Simplemente este asunto hay que arreglarlo en el plano de la diplomacia internacional.
Ecuador se configura como la nueva promesa latina
En los últimos años este país sudamericano vive un espectacular crecimiento económico. Su tasa de desempleo se sitúa por debajo del 5 por ciento, la riqueza nacional (PIB) crece a un ritmo del 5 por ciento en términos anuales y más de un millón de ecuatorianos han salido de la pobreza, según la CEPAL, una institución económica para América Latina. La diplomática ecuatoriana comenta que desde 2006 el Gobierno de Correa ha invertido más de 500 millones de dólares solo en educación. También lo ha hecho en vivienda y salud, dado que el principal objetivo del Estado ecuatoriano es acabar con la inequidad que existe entre la “gente con muchísimo dinero y aquellos que no tienen nada”. Por ello, el Ejecutivo de Correa apoya firmemente a las pequeñas y medianas empresas. “Sabemos que ese es el motor que hace funcionar el país, no las grandes compañías”, apunta Rugel. Se busca, así, incentivar la productividad y la eficiencia.
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