El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha propuesto «la expulsión inmediata» a Marruecos de aquellos inmigrantes que entren en la ciudad de forma violenta, ha dicho entender «su desesperación» por la búsqueda de trabajo pero «esas no son formas».

En declaraciones a RNE, Imbroda ha asegurado que Marruecos está colaborando «como nunca», lo que está permitiendo mantener la presión migratoria «a raya» si bien ha reconocido que han cambiado «los modos» y ahora los inmigrantes entran «agrediendo, asustando, invadiendo domicilios y creando alarma social».

Imbroda se ha referido así a la reciente devolución a Marruecos de 21 subsaharianos que entraron en la ciudad en coches kamikazes, actuación que, en su opinión, servirá de «escarmiento a las mafias».

El presidente ha valorado la actuación coordinada con el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, pero ha recordado que se trata de la «avalancha» de miles de personas al otro lado de la frontera que están en contacto con mafias que buscan «el hueco y el punto débil en el momento oportuno» y, por ello, ha dicho trabajar y hacer «lo que se puede».