Cae una red de tráfico de seres humanos y de hachís en Gran Canaria
Canarias 7, , 13-03-2013La investigación se inició en el enero de 2011 tras la aparición de una patera semihundida y abandonada en la zona de El Confital, en Las Palmas de Gran Canaria y otra de las mismas características en la playa de El Vagabundo, en el municipio de Santa María de Guía, durante el mes de septiembre de ese mismo año.
A partir de ese momento se pudo identificar a los miembros de la organización, la cual tenía infraestructura tanto en Safi como en esta isla. El modus operandi consistía en que dos de sus miembros, mujeres de origen magrebí afincadas en la capital grancanaria, captaban y seleccionaban en el país vecino a familias que estuvieran dispuestas a pagar en 1.000 euros por enviar a sus hijos hasta las Islas. De la misma manera, los miembros de la organización, captaban y cobraban a su vez al resto de personas dispuestas a pagar por emigrar hasta Canarias.
Seleccionados los inmigrantes, estos se desplazaban hasta Safi, donde eran puestos bajo el control de dos patrones de la organización, que los mantenían en pisos francos hasta el momento de la salida. Las embarcaciones partían desde Marruecos con unos quince inmigrantes a bordo y cierta cantidad de hachís, teniendo como punto de destino la zona norte de la costa de Gran Canaria.
El pasado 28 de octubre los agentes interceptaron una patera en la Playa del Mortero de la localidad de El Cotillo en Fuerteventura, con catorce personas a bordo y más de veinte kilogramos de hachís. Los agentes detuvieron a los dos patrones de la embarcación, M. A., y N. J., siendo el primero de ellos un conocido traficante de personas en Marruecos que había sido expulsado en cinco ocasiones anteriores de España.
Paralelamente en Gran Canaria se procedió a la detención de las dos mujeres, H. H., y M. A., realizándose previo registro judicial el registro de sus domicilios donde se encontró abundante documentación perteneciente a varios inmigrantes, y decretándose el ingreso en prisión tanto de los dos patrones como de sus socias.
La operación terminó con la detención de un taxista español que ofrecía sus servicios para recoger los envíos desde Safi, imputándoseles a todos ellos el referido delito de favorecimiento de la inmigración ilegal con el agravante de transportar a menores de edad, así como el delito de tráfico de drogas.
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