Turbadora huida de 'sin papeles' por Melilla

Algunos subieron desnudos al tejado de un instituto y entraron en chalés para evitar ser apresados por la Policía

El Mundo, PAQUI SÁNCHEZ MELILLA CORRESPONSAL , 12-03-2013

Melilla registró ayer su enésimo asalto a la valla, el segundo en apenas 48 horas. Unos 150 sin papeles intentaron rebasar el perímetro fronterizo por la zona de Yasinen a las 6.00 horas y 50 de ellos consiguieron cruzar. Pero, esta vez, el quebradero de cabeza para las Fuerzas de Seguridad del Estado no se desarrolló sólo en la alambrada. El mayor problema llegó después, cuando los subsaharianos, ya con sus pies descalzos pisando tierra española, mostraron una actitud violenta hacia los agentes que trataban de detenerlos, muy probablemente por miedo a que los devolvieran directamente por donde habían llegado.

Dos guardias civiles sufrieron contusiones, uno de ellos en la mano izquierda y la espalda, provocadas por los golpes que un subsahariano le dio con un objeto de hierro. Su compañero sufrió traumatismos en un pie y la mano derecha también por agresiones sufridas al intentar detener a los inmigrantes , que querían adentrarse a toda costa en la ciudad para evitar ser interceptados. El grupo invadió propiedades privadas e instalaciones públicas, como el aeropuerto o un instituto.

Aunque el salto de la valla se registró cuando casi toda la ciudad dormía, las persecuciones se prolongaron hasta varias horas después. Los alumnos del IES Enrique Nieto se toparon al llegar a clase con la noticia de que cinco inmigrantes se habían subido al tejado del instituto y tuvieron que ser obligados a bajar con la escala de los Bomberos. Algunos de ellos estaban completamente desnudos, como el de que aparece en la imagen, que escaló hasta la copa del árbol que hay en la puerta del centro educativo, donde efectivos de la Guardia Civil, la Policía y los Bomberos trataron de convencerlo para que bajara. Todo, ante la atenta mirada de los chavales, seguramente más interesados por ver cómo acababa el show que por entrar a clase.

Porque, aunque los melillenses ya están acostumbrados a que, de forma frecuente, haya movimiento en las vallas, no deja de impactarles encontrarse de bruces con inmigrantes que acaban de entrar e intentan llegar de forma desesperada a la Jefatura Superior de Policía para formalizar sus expedientes. Para conseguirlo, normalmente se descalzan para correr con más velocidad y se quitan sus camisetas para que los agentes no puedan atraparlos cogiéndolos por la ropa o queden enganchados en la valla. En cambio, lo de quedarse completamente desnudos no se había visto hasta ahora en la ciudad autónoma, como tampoco se habían dado casos de inmigrantes invadiendo viviendas y zonas residenciales.

Algunos de los inmigrantes que ayer llegaron a Melilla entraron hasta la cocina, literalmente. Otros se quedaron en los jardines de una urbanización de chalés para despistar a los agentes. El grupo más grande, formado por unos 30, según la Delegación del Gobierno, se dirigió hasta el aeropuerto y llegó a romper la valla de seguridad del recinto, que a esa hora estaba cerrado y no había empezado a funcionar, por lo que no hubo ningún problema de operatividad.

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