Alemania vetará Schengen a Rumanía y Bulgaria
Berlín quiere evitar la entrada de más inmigrantes
La Vanguardia, , 08-03-2013SEAN GALLUP / GETTY / ARCHIVO
Inmigrantes rumanas limpiando parabrisas en Berlín
Con una temperatura ambiente de dos grados bajo cero, Ercan acude al organismo de asistencia social cristiana de la ciudad de Dortmund para ducharse. “¿De qué país es usted?”, le pregunta el conserje. “Búlgaro”, responde el hombre. “Pues ya sabe usted perfectamente que los búlgaros no se pueden duchar aquí, y a pesar de ello vuelve usted. Mire el letrero, ¿sabe leer? Está bien claro en su lengua: d-u-ch-a n-o”. La responsable de la institución envía al hombre, y al reportero, al departamento municipal de “asistencia al inmigrante”. Allí confirman que “sólo alemanes, nada de inmigrantes”.
Anochece y el termómetro marca 4 bajo cero. ¿Dónde pernoctar? El departamento de asistencia social de Dortmund dispone de un refugio para hombres. Entran. “¿Búlgaro?, ¿rumano?”. “Búlgaro”, responde Ercan. “Aquí no se duerme, sólo Dortmund, sólo alemanes”, le responden en un inglés para niños. “Sin documento de identidad alemán están al descubierto, peor que los apátridas”, declara un experto local. El asunto crea un pequeño escándalo. Dos semanas después, la portavoz del ayuntamiento de Dortmund aún elude la pregunta sobre la discriminación de indigentes por nacionalidad.
La prensa informa de que en Dortmund hay 3.000 búlgaros y rumanos, que su afluencia a Alemania desde el 2007, el año de su ingreso en la Unión Europea, hasta el 2011 se ha doblado, alcanzando los 147.000, casi diez veces menos que en Italia.
Estos inmigrantes pobres vienen “porque con la ayuda social alemana viven mejor que en sus propios países”, dice el ministro alemán del Interior, Hans-Peter Friedrich, según el cual esta inmigración le ha costado a Alemania 3.500 millones de euros desde el 2007. “Debemos impedir con eficacia que vengan los que sólo tienen como finalidad embolsarse las ayudas sociales, porque así abusan del derecho de libre circulación”, dice el ministro.
A seis meses de las elecciones, Friedrich anunció ayer que vetará en Bruselas el ingreso de Rumanía y Bulgaria en el acuerdo europeo de Schengen sobre fronteras y libre circulación, que ya fue pospuesto en el 2011. Otros países como Holanda y Finlandia están en la misma longitud de onda. “Los tiempos no están maduros”, dice Friedrich. El sindicato de la policía advierte de los “peligros” de levantar los controles a los pobres de Rumanía y Bulgaria.
En Bucarest y Sofía hay irritación. La Europa desigual se consolida. “La UE es cada vez menos creíble porque demuestra ser más incapaz de resolver sus problemas”, señala el Jurnalul National, de Bucarest.
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