DEMETRIO FERNÁNDEZ Obispo de Córdoba «Soy consciente de lo que digo; ciertas verdades están prohibidas» «Jesucristo es el que más ha luchado por la dignidad de la mujer» «Se acabarán antes los perseguidores de la Iglesia que la Iglesia»

«Soy respetuoso con otras religiones. No me he comido a ningún musulmán»

El Mundo, , 01-03-2013

TOÑI CARAVACA / Córdoba
Desde su llegada a la Diócesis de
Córdoba, en marzo de 2010, el
obispo se ha convertido en centro
de la polémica por sus palabras en
«defensa del Evangelio». Asegura
no importarle lo más mínimo las
críticas recibidas por ellas pero lo
cierto es que prefiere esperar a que
amaine el temporal, provocado por
una de sus últimas cartas pastorales,
para conceder su primera entrevista
a EL MUNDO de Andalucía,
en la que guarda las distancias
y muestra poca receptividad a la
hora de responder. Aún así, Fernández
es sabedor de que todo lo que
dice tiene trascendencia, pues no
desaprovecha ninguna oportunidad
para ofrecer nuevos titulares.
Pregunta.–Comencemos por la
actualidad. ¿Le ha sorprendido la
renuncia del Papa?
Respuesta.–Sí, es una cosa que
está prevista en Derecho Canónigo
pero no es usual y, por tanto, es una
sorpresa. Ha sorprendido a todos.
Según van pasando los días nos damos
cuenta de que se tiene merecido
el descanso y que, dado el volumen
de trabajo que tiene el obispo
de Roma en el siglo XXI, necesita
fuerzas, capacidad, energía. El Papa
de hace un siglo con estar en
Roma, estar lúcido y teniendomuy
buenos colaboradores podía ejercer
su ministerio. Pero un Papa del siglo
XXI tiene que coger el avión y
estar de punta a punta del mundo.
Una persona de 86 años no puede
llevar ese ritmo. Sorpresa por una
parte, cierta pena porque es un
hombre muy lúcido y comprensión
y cariño por la medida adoptada.
P.–Benedicto XVI declaró 2013 el
Año de la Fe. ¿Está la Fe en crisis?
R.–La Fe está en crisis, no por la
crisis económica, sino por todo un
proceso de secularización. La crisis
viene arrastrándose desde hace
200 años, no es de un día. Pero
la Iglesia ha sabido vivir en este
tiempo y llevar a su máxima y mejor
expresión el Papado.
P.–Muchas familias, desesperadas
por los desahucios, adoptan
medidas trágicas. ¿Qué opinión le
merece lo que está ocurriendo?
R.–Me parece muy bien que se
atiendan las necesidades. Las leyes
y la sociedad deben detenerse cuando
hay una situación de extrema
necesidad. No sólo los desahucios
sino también el hambre en el mundo.
Debemos tomar medidas para
que no se produzca. Una sentencia
de los Santos Padres dice: «Si no
das de comer al pobre, le matas». Es
una frase muy fuerte pero está dicha
en el siglo III o IV de nuestra
era.Que por todos los medios se encuentre
la fórmula para que una
persona no se vea en la calle ymenos
todavía que, ante esa situación
de angustia, pueda quitarse la vida.
P.–¿Está la Iglesia en crisis económica?
R.–La Iglesia suele ser pobre y
con pocos medios hace mucho. La
crisis ha provocado que se tripliquen
las aportaciones a Cáritas, lo
que quiere decir que la gente es
consciente de que debe ser solidaria
y que se fía de la Iglesia; se lo
da a la Iglesia para que lo administre
y lo reparta. También ha visto
aumentada en más del triple las
necesidades de las personas que
piden su ayuda. La Diócesis de
Córdoba está atendiendo a día de
hoy a más de 150.000 personas,
dándoles de comer.
P.–Habla de las aportaciones
ciudadanas pero la Iglesia haría
caja vendiendo parte de su patrimonio
para ayudar a los pobres.
R.–Es muy largo de explicar. Prefiero
no contestar porqueme parece
una tontería solemne. ¿Qué quieres
que venda la Iglesia…? Es pan
para hoy, hambre paramañana. La
Iglesia lo que tiene que hacer con el
patrimonio es conservarlo y ponerlo
al servicio de la humanidad.
P.–Desde su llegada a la Diócesis
de Córdoba, sus palabras han
generado una polémica tras otra.
¿Es consciente de la repercusión
que éstas pueden tener?
R.–Sí, si no sería un inconsciente.
Soy consciente de lo que digo.
No pretendo ser el centro de la polémica.
Simplemente anuncio el
Evangelio y éste tiene esas consecuencias.
Todas las cosas que he
dicho y pienso decir es la doctrina
de la Iglesia, que ha defendido el
Papa Benedicto XVI. Hay ciertas
verdades que están prohibidas. La
cuestión no es que yo las diga y
por eso planteo polémica. La cuestión
es que están prohibidas.
P.–¿Cómo cuáles?
R.–Muchas.
P.–¿Qué le parece que algunas
polémicas se hayan politizado?
R.–Noentroenello.Nomemolestan
ni las reacciones ni las críticas.
P.–La Iglesia insiste en que paga
los impuestos que la ley fija. ¿Qué
interés hay en debatir entonces
sobre si la institución eclesiástica
ha de pagar o no el IBI?
R.–La Iglesia paga los impuestos
y el IBI. El Obispado de Córdoba
paga el IBI por una serie de inmuebles
que están sometidos a la
ley y se paga puntualmente. Y paga
el IVA también. El estadio de
fútbol del Córdoba no paga el IBI
y nadie se ha metido con eso porque
no genera polémica.
P.–El PSOE ha preguntado en el
Congreso por el IBI que ha de pagar
la Iglesia por la Mezquita Catedral
por su explotación económica
a través de las visitas turísticas.
R.–La Iglesia paga y está al corriente,
según las leyes, en ese y
en todos los temas.
P.–Mezquita o Catedral. ¿El
nombre importa?
R.–No dije que se quitara de la
información turística el nombre
de Mezquita sino que se pusiera
que es ‘Catedral, antigua Mezquita’.
Llamarla siempre Mezquita,
sólo Mezquita, me parece intencionado
y podría costarle caro a
los cordobeses.
P.–¿En qué sentido?
R.–Podría costarle caro a los
cordobeses llamar sólo Mezquita
a un edificio tan emblemático de
Córdoba porque es una
Catedral desde hace
ocho siglos y medio,
aunque es verdad que
fue construida por los
musulmanes.
P.–¿El debate sobre el
rezo compartido en este
templo está fuera de lugar?
R.–La respuesta a
quienes se preguntan sobre
ello es: «¿Nos dejan a
nosotros rezar católicamente
en una Mezquita?
». En ninguna Mezquita
del mundo ocurre
esto. Convivir de forma
pacífica con otras religiones,
sí. Soy respetuoso.
Todavía no me he comido
a ningún musulmán.
La mezquita es el lugar
de culto musulmán y la
catedral del católico. Llamar
a este edificio Mezquita
me parece hacer
un daño a Córdoba.
P.–¿Cree que existe algún
tipo de conspiración
contra la Iglesia?
R.–No, la Iglesia ha vivido
así a lo largo de
2.000 años y eso le hace
crecer. Se acabarán antes
los perseguidores de
la Iglesia que la Iglesia.
P.–¿De verdad que la
Unesco quiere hacer que
la mitad de la población
mundial sea homosexual?
R.–No respondo.
P.–La Iglesia tilda de
«asesinato» el aborto.
¿Quien lo práctica o lo
acepta es un asesino?
R.–Lo dice el Concilio Vaticano
II: «Es un crimen abominable». El
calificativo para quien lo práctica
o acepta es el que da la doctrina
de la Iglesia.
P.–¿Sitúa a la mujer en igualdad
con el hombre?
R.–Claro, eso también salió de
la Biblia. Jesucristo es el que más
ha luchado por la dignidad de la
mujer.
P.–¿Qué hay del debate público
en el que se ofreció a participar
tras la polémica surgida en torno
a este asunto?
R.–No he cerrado nada. Las
propuestas que he recibido ahí están.
Públicas se han hecho varias.
P.–¿Con quién no se sentaría
nunca a debatir sobre esta cuestión?
R.–La Iglesia dialoga con todos
porque a todos quiere anunciarles
la Verdad del Evangelio.

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