Isabela, una niña de sólo 13 meses,
murió la tarde del jueves en Carboneras
(Almería) víctima de malos
tratos, según los primeros datos de la
autopsia. Sufrió numerosos hematomas
y contusiones en todo el cuerpo.
La Guardia Civil detuvo a Levi, un
joven rumano de 24 años, tío materno
de la niña, que la cuidaba en la
casa de los padres. Éstos se encontraban
trabajando en un bar que regentan
en la citada localidad.
El arrestado quedó en libertad
con cargos ayer por la tarde, después
de declarar. Por el momento se
desconocen las acusaciones que pesan
sobre él, pues el Juzgado de Vera
ha decretado el secreto del sumario,
aunque la autopsia habría descartado
una agresión sexual, como
se había rumoreado y extendido en
el pueblo, según informa Europa
Press.
Fuentes municipales y de la investigación
indicaron ayer que todo
apunta a que la niña sufrió una agresión
que le pudo causar graves heridas
por las que falleció en el centro
de salud de Carboneras. Hasta allí
fue trasladada por sus padres, quienes
fueron avisados por el detenido,
que les dijo que se encontraba «muy
malita», según otro familiar.
Aunque la pequeña llegó viva al
centro de salud, murió poco después,
mientras los médicos alertaban
a la Policía Local y a la Guardia Civil
al constatar la existencia de signos
de violencia en el cuerpo. Posteriormente,
el tío de la niña fue detenido.
En principio se especuló con que
la niña habría podido morir electrocutada.
«Parece que la realidad es
bien distinta a lo que se dijo al principio
y, de ser así, sería horrible, porque
informaciones por ahora extraoficiales
hablan de una agresión
brutal. No tengo palabras para expresar
el sentimiento que ahora tenemos
en todo el pueblo», afirmó el
alcalde, Salvador Hernández, a este
diario. De hecho, fuentes municipales
señalan que el bebé habría sufrido
graves heridas en distintas partes
del cuerpo.
Sin embargo, tras la puesta en libertad
del detenido, Hernández
apuntó haber recibido informaciones
contradictorias y que desde el
Ayuntamiento se había optado por
mantener cautela en torno a lo sucedido.
Además del detenido, también el
padre de la víctima, Juan Manuel C.
C., natural y vecino de Carboneras,
prestó declaración ante la Guardia
Civil. Juan Manuel vivía en la barriada
de Argamasón con su pareja, una
joven rumana, y la hija de ambos,
Isabela. La pareja había decidido que
el hermano de la mujer, que había
llegado a Almería hace unos tres meses,
se quedara cuidando a la niña en
la casa mientras ellos trabajaban en
el bar que regentan en el pueblo. En
un principio, el detenido comenzó a
trabajar de camarero en el bar, pero,
al no entender bien el español y al tener
problemas para adaptarse, su cuñado
decidió que se quedara en la
casa cuidando a la niña.
«JuanManuel está desolado, ni él
ni nadie de la familia hubiera podido
pensar que algo así sería posible»,
decía ayer su hermano Cristóbal.
«Todavía no sabemos qué ha pasado,
aunque nos lo imaginamos,
pero habrá que esperar a la autopsia
», explicó a este diario un primo
de la niña antes de que se conocieran
las causas del fallecimiento.