Una reforma con cuatro obstáculos
El Mundo, , 30-01-2013Ni el discurso del presidente ni la iniciativa presentada el lunes por ocho senadores son una garantía para aprobar la reforma migratoria. Estos son algunos de los obstáculos que podrían paralizarla en los próximos meses.
Aún no hay texto. Por ahora, no existe un acuerdo para regularizar la situación de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos. Lo que existe son unos principios sobre los que están de acuerdo cuatro senadores demócratas y otros cuatro republicanos. Los autores de la propuesta recuerdan que se trata sólo de una iniciativa muy preliminar y aseguran que no se convertirá en un proyecto de ley hasta la próxima primavera.
Sólo entonces sabremos hasta donde llega la voluntad de llegar a un acuerdo. La crisis ha frenado en seco la llegada de inmigrantes mexicanos. Pero muchos republicanos temen que el flujo se vuelva a disparar en cuanto el país empiece a crear empleo y los sindicalistas desconfían del efecto que ese flujo podría tener para los salarios de los obreros estadounidenses sin cualificación.
El laberinto del Capitolio. Los expertos advierten de que la reforma migratoria podría encallar durante su tramitación en el Capitolio. Aprobarla requiere primero el voto de 60 senadores y luego el de la mayoría de los miembros de la Cámara de Representantes. Allí la reforma no llegará en ningún caso antes del otoño y podría encontrarse con las reticencias de algunos congresistas republicanos, temerosos de ser derrotados por un adversario más conservador en las primarias del año que viene. Ayer, Obama prometió presentar su propio proyecto de ley si se demora el del Senado. Pero muchos aquí creen que la intervención del presidente podría retrasar aún más un proceso que requiere el respaldo de algunos republicanos.
Los estados fronterizos. La iniciativa de los senadores incluye una cláusula que supedita la reforma migratoria a la mejora de las inspecciones de trabajo y al refuerzo de los controles fronterizos. Un extremo incluido para lograr el respaldo de los legisladores republicanos que desconfían del efecto llamada que pueda generar una regularización como la que está sobre la mesa. ¿Cómo determinar si se han reforzado los controles? Los senadores abogan por que lo decida una comisión donde estén representados los fiscales, los oficiales de las fuerzas del orden y los gobernadores de los estados fronterizos. Un detalle que no está en la propuesta de Obama y que dejaría la reforma en manos de líderes tan radicales como la gobernadora republicana de Arizona, Jan Brewer, que se ha distinguido por su dureza contra los inmigrantes.
La letra pequeña. Cada vez más republicanos apoyan la reforma migratoria. Entre otras cosas por la influencia creciente del senador hispano Marco Rubio, que se perfila como unos de los aspirantes a la Casa Blanca en 2016. Pero hay algunos flecos que podrían llevar a los republicanos más conservadores a no votar a favor de la reforma. Uno de ellos es la posibilidad de que la reforma sanitaria de Obama otorgue el derecho a tener seguro médico a unos 11 millones de inmigrantes indocumentados. Otro podría ser la cláusula que ayer propuso Obama para reconocerles cualquier derecho conyugal a las parejas homosexuales de los sin papeles.
A priori se antojan detalles menores. Pero ambos son asuntos espinosos que podrían hacer naufragar la reforma si influyentes locutores conservadores como Sean Hannity o Rush Limbaugh los presentan como una excusa para no llegar a un acuerdo. Fueron ellos quienes aniquilaron la reforma migratoria atizando en 2007 a sus impulsores republicanos y a sus programas ha acudido ahora el senador Rubio para detallar los principios de la regularización.
(Puede haber caducado)