La Guardia Civil ha detenido en Melilla a uno de sus agentes como supuesto autor de un delito de omisión del deber de perseguir actos delictivos, en este caso relacionados con el tráfico de drogas.

Según informaron ayer a Efe fuentes policiales, la detención del guardia civil fue efectuada ayer por sus propios compañeros y está relacionada con una investigación previa en la que otros tres agentes del instituto armado fueron apresados en Melilla el pasado noviembre.

Estos tres agentes fueron detenidos tras una investigación de asuntos internos, iniciada tras pinchar los teléfonos a un grupo organizado que se dedicaba a transportar hachís desde Melilla a la península.

En ningún caso, los agentes se dedicaban al transporte de la droga, sino que su misión, supuestamente, era la de «mirar para otro lado», según las fuentes.

El delegado del Gobierno confirmaba el martes que la Guardia Civil había desarticulado con la detención de cuatro personas una organización dedicada al tráfico de inmigrantes, organización que contaba con infraestructura estable tanto en Melilla como en Marruecos. Sus responsables, que cobraban de 3.000 a 4.000 euros por cada persona que lograba entrar en la ciudad, consiguieron en tan sólo dos meses un beneficio de más de 200.000 euros.

La organización utilizaba hasta tres vehículos con doble fondo para ocultar a los subsaharianos. La Guardia Civil cree que entre octubre y diciembre lograron entrar así en Melilla más de cincuenta y cinco personas. La banda contaba con infraestructura en la ciudad para sacar a los subsaharianos de forma segura y utilizaba vehículos nacionales que, para no dejar huella, cambiaban varias veces de titularidad.