El balance de la labor realizada por el Banco Solidario de Alimentos en el último año refleja a la perfección lo duro que ha sido 2012 para los que menos tienen. La asociación, que impulsa repartos de comida gratuitos a personas con ingresos mínimos o sin ellos ha alcanzado la cifra de 6.000 familias beneficiarias, lo que supone un récord histórico. Y por desgracia no ha podido atender todas las peticiones recibidas para ingresar en el proyecto. Tal y como explicó ayer Jaume Serra, presidente de la entidad, el ejercicio se ha cerrado con 1.300 solicitudes pendientes, que tendrán que esperar a que se produzcan bajas, teniendo en cuenta que las donaciones, por regla general, se prolongan durante un semestre para poder dar una salida a la lista y llegar a más personas.

La iniciativa permite recibir un lote de comida, fundamentalmente productos básicos, cada 26 o 27 días. Los alimentos provienen de numerosas vías: iniciativas solidarias, donaciones de empresas o proyectos europeos. Para formar parte del Banco Solidario es necesario cumplir una serie de requisitos, como por ejemplo, no ser beneficiario de algún programa social impulsado por otras entidades. Deben presentar diferentes documentos, como el DNI, el libro de familia y certificados que acrediten una situación de necesidad, además de su empadronamiento. Tal y como explicó Serra, ninguna de las familias inscritas tienen una renta superior a los 150 euros mensuales por miembro. Además, la inmensa mayoría carecen de cualquier ingreso económico.

El perfil es variado, aunque se ha producido un cambio de tendencia respecto al inicio del proyecto, cuando el colectivo inmigrante era mayoría. «En la actualidad el 80% de los atendidos son nacionales. Y hemos empezado a detectar usuarios que trabajaban como autónomos, con su casa, su segunda residencia y varios vehículos y que tras quedarse sin trabajo han tenido que recurrir al Banco», añadió Serra.

De las 6.0000 familias beneficiarias, 3.500 acuden a la sede de Valencia, situada en la calle Santa Cruz de Tenerife, y 1.800 a la de la Pobla de Vallbona. El resto hasta completar la cifra fueron beneficiarios de la campaña ‘Cajas Solidarias’ impulsada con el apoyo de varios supermercados y de sus clientes.

En cuanto a la lista de espera, Serra señaló que se ha podido reducir en los últimos meses, ya que durante el año ha llegado a sumar dos mil peticiones. Sobre la imposibilidad de atender a estas familias, destacó que se debe a la falta de infraestructuras para poder organizar más repartos que los actuales, pues productos a la espera de entrega hay de sobra, teniendo en cuenta que sólo en diciembre se han recibido 213.500 kilos en aportaciones de diferentes asociaciones, supermercados y empresas. El dato es espectacular, ya que en el mismo mes de 2011 la cifra se situó en 16.400. El incremento porcentual es del 1.200%.

Lo habitual es que cuando pasan seis meses en el programa dejen paso a las que están en cola. De hecho, la previsión es que en 2013 se mantenga el mismo número de beneficiarios en el programa.

«Quiero hacer un llamamiento para que cualquier persona necesitada acuda a nosotros porque estamos en disposición de atenderlos gracias a la solidaridad del pueblo valenciano, que quiero agradecer. Tenemos la despensa llena», dijo Serra. Muchas veces se donan alimentos a familias no inscritas si sufren una situación de exclusión.