El Gobierno de Canarias insistió en su petición de frenar la inmigración en las Islas ya que entiende que el crecimiento poblacional impide reducir las cifras del paro. El Ejecutivo llama la atención sobre la inmigración extracomunitaria y exige al Estado un mayor control de las fronteras del Archipiélago.

El viceconsejero de la Presidencia, Jorge Rodríguez, explicó este miércoles que el Gobierno de Canarias no quiere «una limpieza étnica» o la expulsión de inmigrantes de la Comunidad Autónoma como medida para paliar la crisis económica. Aseguró que el Ejecutivo regional entiende que es necesario un mayor control de las fronteras de las Islas porque éstas no pueden asimilar el ritmo de crecimiento de la población que ha tenido lugar en los últimos diez años, ritmo que hay que frenar lo antes posible.

«Canarias no lo soporta», aseveró Rodríguez, «la economía canaria no es capaz de crear empleo que satisfaga el crecimiento vegetativo normal y una inmigración descontrolada», añade. El viceconsejero insiste que en la actualidad hay más de 300.000 extracomunitarios activos en la Comunidad Autónoma que hay que atender y destacó que muchos de ellos carecen de la mínima formación lo que dificulta, aún más si cabe, la integración laboral.