Valencia ha bajado este año de los 800.000 habitantes al sufrir el éxodo de población inmigrante por la crisis económica. La ciudad sigue el patrón iniciado hace varios años con la pérdida de vecinos, aunque hay un distrito donde se ha roto esa regla. Los seis barrios de Ciutat Vella han visto aumentar su padrón, en lo que supone un caso único en el municipio.

Sorprende el hecho porque se trata de una de las zonas donde este año se han producido más quejas vecinales. El tráfico de drogas y la prostitución callejera en Velluters, el ruido por los bares en el Carmen, la falta de inversiones públicas en todas partes y hasta los recortes en limpieza del Ayuntamiento.

Son sólo ejemplos de la letanía de protestas de los últimos meses. A pesar de esa circunstancia, la población ha pasado en el distrito de 25.854 a 26.368 residentes, según los datos que ofrece el anuario estadístico municipal.

En todos los barrios, sin excepción, se ha producido una subida. El presidente de la asociación de vecinos del Carmen, Miguel Wiergo, aseguró al respecto que se trata de algo «ficticio» por lo pasajero, al afirmar que en los últimos 20 años «no se ha producido una promoción pública de viviendas; la última fue en la plaza del Árbol y desde entonces apenas se ha hecho nada». Cita como ejemplo la ampliación fallida del IVAM y las promociones de la calle Llíria, entre otras.

Por su parte, el portavoz de Amics del Carme, Antonio Cassola, mostró también su escepticismo con las cifras oficiales, aunque le sirvieron para argumentar que deben obligar al Ayuntamiento a cambiar de estrategia respecto al barrio.

«Según esas cifras, hacen falta equipamientos dirigidos a las familias, como es el caso de los jardines con juegos infantiles. Recursos que atraigan a nuevos vecinos», indicó sobre la reivindicación vecinal para que se modifique y mejore el jardín de la plaza del Árbol. Un grupo de familisa protagonizaron hace escasas fechas un acto en favor de este proyecto, recordó Cassola.

Todavía es pronto para hablar de una recuperación demográfica de Ciutat Vella, aunque el padrón está 2.300 vecinos por encima de lo que sucedió en 1996, cuando se tocó fondo con la despoblación del distrito. Las entidades vecinales sueñan con que regrese la situación de los años 70, cuando en los seis barrios vivían 45.000 residentes.

Nueva plaza del Ángel

Maneras de enfocar el problema hay muchas, aunque una de ellas puede ser a través de las inversiones públicas. La junta de gobierno aprobó el pasado viernes la urbanización de la plaza del Ángel y varias calles adyacentes, en lo que supone la mejora de una amplia zona alrededor de la muralla musulmana. La empresa Pavasal ha resultado la ganadora del concurso, con un presupuesto de 511.802 euros en lo que ha supuesto una baja del 36% respecto a la licitación.

Se trata de una iniciativa financiada con el Plan Confianza de la Generalitat y que se completará con el desarrollo de las unidades de ejecución de la muralla, con equipamientos públicos aún por definir. El Consistorio aprobó recientemente, como publicó este periódico, un reajuste en las anualidades, debido a la demora en la ejecución de ambos proyectos. La recuperación de uno de los bienes patrimoniales más valiosos del Carmen se ha demorado tanto que la degradación es tremenda en algunos solares, con matorrales por todas partes. Incluso en los escasos lienzos que quedan de la fortificación hay arbustos.

El Ayuntamiento ha renovado estos meses canalizaciones en la zona, sobre todo de agua potable. Wiergo criticó que no se ha proporcionado «ninguna información a la asociación de vecinos, suponemos que será algo parecido a lo que se hizo en la calle Serranos y Caballeros, aunque no sabemos».

El propósito pasa por reurbanizar varias plazas alrededor de la muralla musulmana, así como varias calles. Palomino, Cruz, Marevella, Beneyto y Coll, junta la propia plaza del Ángel, son algunos de los ejemplos de esta urbanización.

Sobre las cifras de población, la Seu ha pasado de 2.831 a 2.857 vecinos, mientras que la Xerea se incrementa de 3.843 a 3.881 residentes. El Mercat alcanza por último los 3.492 empadronados, lo que supone un incremento de 54 personas en los últimos doce meses. En suma, una subida de apenas 514 vecinos pero que contrasta con los 1.281 perdidos en el conjunto de la ciudad en el último padrón.