EL TESTIMONIO DE DOS USUARIOS DE LA ENTIDAD. OUSMAN CAMARA. TIENE 21 AÑOS. LLEGÓ A CANARIAS DESDE GAMBIA EN PATERA

«Mi deber es ayudar a mi familia»

El Periodico, , 13-12-2012

Los padres de Ousman Camara tenían la esperanza de que su primogénito sería la solución a la economía familiar. Por eso, le animaron a que con 17 años se subiera en el puerto de Banjul (Gambia) a una patera con otras 250 personas para jugarse la vida y pisar tierra española en la que encontrar un trabajo para poder enviarles dinero. «Fue un viaje durísimo. Nueve días casi sin comer ni beber hasta llegar a Tenerife. Soy el primer hijo y mi obligación es ayudar a mis padres y a mis cuatro hermanos, que van a la escuela» , cuenta para justificar el hecho de que no se arrepiente de su marcha pese a no haber logrado, todavía, su objetivo, por no hablar de que aún debe 400 de los 1.000 euros que le costó el pasaje. Al ser menor de edad, al llegar a la costa estuvo en un centro de menores canario hasta los 18 años. Eso fue entre el 2009 y el 2011. Entonces, explica, le dieron permiso de residencia y al año se lo renovaron para otros dos. Ahora está atrapado en una situación administrativa de irregularidad y no cobra ayuda alguna: «En diciembre del 2011 me caducó el permiso. Ahora estoy sin papeles y sin nada» , dice con pesar.
Hace un año y medio Ousman vino a Barcelona a probar mejor suerte, ya que en Canarias no encontraba empleo. Aquí no ha tenido mejor fortuna, aunque hasta hace poco aún iba trampeando con tareas de jardinero, pintando alguna casa, repartiendo flyers de noche para una disco… Vive en Sabadell en un piso con otros jóvenes, que le ayuda a pagar Cáritas, ya que si no estaría durmiendo en la calle. «Antes podían ayudarme más. Me han estado costeando la habitación durante siete meses, ahora me dan dinero un mes sí y otro no, porque tienen menos recursos para tanta gente. Los propietarios de momento no me dicen nada, Todos se están portando muy bien conmigo» , cuenta sin perder una afable sonrisa, lo que hace más llevadero la crudeza de la situación para quien la escucha. Porque sigue: «Yo estoy aquí por mi familia. Les quiero muchísimo. Pero a veces cuando puedo llamarles por teléfono mi madre no entiende que yo no tenga trabajo ni papeles y me pide que les mande cosas o dinero» .
Lo último, dice, una bicicleta para que sus hermanos puedan ir al colegio con mayor facilidad, ya que la escuela está a kilómetros de donde viven y no siempre les llega para costear el bus y han de ir caminando. «¿De dónde saco yo una bicicleta?» , se pregunta Ousman. Y explica que habla inglés y castellano, que estudia catalán, que conoce lenguas africanas como el wolof, el mandinga, el bambara: «Me gustaría trabajar como camarero [ha hecho un curso, así como otro de albañil] , en algún sitio, en contacto con turistas, pero ahora mismo, como no tengo nada, cualquier empleo estaría muy bien» .

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