La asociación Prestaturik que desarrolla programas de apoyo a los inmigrantes ha denunciado que la Diputación y el Ayuntamiento han puesto fin a varios convenios de colaboración de los que se han beneficiado centenares de adultos y niños. Los recortes, criticó el colectivo, dejarán en el paro a 11 personas.

El primero de los programas que desapareció en 2011 fue el de prevención del síndrome de Ulises, un cuadro de depresión y ansiedad que acompaña a las personas obligadas a dejar sus casas y empezar de cero en otros países. La Diputación no dio más dinero y eso dejó sin atención a reclusos, escolares de Valdegovía y mujeres de grupos de castellano de Salvatierra.

Después el Ayuntamiento de Vitoria dejó de sufragar los costes de los planes ‘Stop stress’ y ‘Recordándome allí, sintiéndome aquí’ que habían ayudado a 36 personas y organizó talleres en la misma línea en los centros cívicos, «sin respetar el trabajo de doce años de Prestaturik».

Tras varias protestas, la puntilla llega ahora, cuando el Consistorio les ha comunicado que no renovará el convenio de ‘Clases de castellano enfocadas a oficios’, alegando que el asunto no es de su competencia. «¿Qué pasará con los 291 alumnos de este programa? ¿Y con las personas a las cuales su ayuda social está ligada a un plan de formación que desaparece», se pregunta Consuelo Parra, presidenta de la agrupación. «El Ayuntamiento ahorra mientras las familias pasan hambre y además fomenta su exclusión social por causas idiomáticas», censura. En situación similar están la asociación Afroamericana, CEAR, los vecinos de Uribe – Nogales, Bizitza Berrria, Bultzain, Gauekoak y Eginaren Eginez.