Dos furgonetas irrumpen en un descampado a oscuras en la zona de la Punta. Son las nueve de la noche. Al momento, más de un centenar de personas hambrientas y con frío rodean los vehículos. Saben que van cargados de comida y mantas para ellos. La escena se repite cada semana en diferentes puntos de Valencia y su área metropolitana. Se trata del proyecto ‘Solidarios de la Noche’, que acaba de poner en marcha el Banco de Alimentos para atender a las personas que viven en la calle o en casas abandonadas.

Nueve voluntarios de la entidad valenciana han comenzado a salir una noche por semana a diferentes puntos de la ciudad en los que se concentran los ‘sin techo’ para repartirles productos básicos y ropa con la que resistir el frío durante la madrugada. Les entregan un lote que contiene, entre otros, leche, yogures, galletas y un bocadillo. «También les damos una bolsa común para varias personas con aceite, arroz, lenteja, sal y otros productos. Como algunos tienen hornillo lo cocinan de forma conjunta y lo reparten entre ellos», explica Jaime Serra, presidente del Banco de Alimentos de Valencia.

Pero casi tan necesario como comer es para ellos soportar las bajas temperaturas a la intemperie. «Les hace falta mantas, zapatillas y chaquetas. Todos nos dicen que pasan muchísimo frío. Hacemos un llamamiento para conseguir estos artículos», solicita Serra.

Los beneficiarios de ‘Solidarios de la Noche’ son, en el 95% de los casos, extranjeros. Muchos, hombres procedentes de África que llegaron en pateras a Canarias y fueron enviados a la Comunitat o que arribaron directamente a las costas valencianas y que hoy se refugian en cualquier recoveco. También hay parejas de Europa del Este y familias enteras que sobreviven en alquerías abandonadas, en las que no hay puertas, ni ventanas ni tampoco luz y agua.

En realidad este proyecto se inició, con otro nombre, hace una década pero quedó apartado por la atención directa a familias que empezó a dar el Banco de Alimentos y que se sumó a la asistencia a centros benéficos. «Ahora gracias a los voluntarios y a la solidaridad de los donantes hemos retomado aquella idea y ha surgido ‘Solidarios de la noche’», relata el responsable de la entidad.

«Muchos de estos inmigrantes quieren volver a su país pero carecen de documentación y medio económicos para hacerlo. Acabamos de llegar a un acuerdo con el Colegio de Abogados de Valencia para que les ayuden a tramitar sus papeles y puedan pedir ayudas del programa de retorno, al que tienen que dotar de dinero las administraciones», explica.

Mientras tanto, la labor de reparto diaria en los almacenes de Valencia y la Pobla de Vallbona no cesa. «La sociedad valenciana se está volcando mucho. Hay numerosos supermercados y empresas que hacen colectas de alimentos esta Navidad. También se han sumado a estas iniciativas cinco fallas y algunas asociaciones religiosas», destaca Serra. «Con esta casi veintena de colectas esperamos recoger entre 140.000 y 170.000 kilos de alimentos, lo que supone una cantidad impensable», admite.

El próximo domingo 16 los pescadores del Perelló, tanto los profesionales como los barcos deportivos, saldrán a la mar y todo lo que pesquen lo donarán al Banco de Alimentos, que a su vez, lo repartirá entre los centros benéficos, como Casa Caridad Valencia.