La Defensora del Pueblo asegura que Europa tendría que implicarse más en Melilla. Soledad Becerril está convencida de que si ese interés fuera mayor, sería mucho más sencillo para España gestionar problemas como el de la frontera o la inmigración.

Acompañada de su adjunto primero, la Defensora del Pueblo tuvo la oportunidad de comprobar ayer durante su visita a Melilla que mejorar el tránsito fronterizo es una «aspiración legítima» tanto de las autoridades de la ciudad como de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Becerril, que recorrió la valla «con detenimiento», considera comprensible que los agentes de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía quieran mejorar las condiciones de la frontera y agilizar los tránsitos.

También pudo la Defensora comprobar que España mantiene en buenas condiciones el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes a pesar de su alta tasa de ocupación. Becerril asegura que en ese centro se atiende debidamente a los inmigrantes aunque está «excesivamente» habitado.

Soledad Becerril confirmó ayer que, «cuando tenga ocasión», trasladará a las autoridades europeas la necesidad de prestar a Melilla el apoyo necesario.

Denuncias

En cuanto a las quejas que recibe de Melilla por parte de las oenegés, la Defensora comentó ayer que no le llegan muchas. Una de las últimas que ha tramitado, y que está ahora en la Fiscalía, es la que se elevó para denunciar el caso de dos menores que estando al parecer en España «aparecieron en Marruecos».

Por último, y sobre la actitud de las autoridades españolas ante la implicación de Marruecos en temas como el de la frontera o la inmigración, Soledad Becerril dijo ayer que tienen «afán de colaboración» y de entenderse con el Gobierno de Rabat. La Defensora cree que esa es «una buena estrategia» aunque no deja de ser compleja.