Los cabecillas de la mafia china, libres pese a su «probable» fuga
Un vehículo de lujo recoge a Gao Ping a la puerta de la cárcel tras el error del juez Andreu
El Mundo, , 30-11-2012Todo indicaba que se iban a quedar allí hasta el día del juicio y sólo ha pasado mes y medio. A última hora de la mañana de ayer, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ejecutó lo que desde hacía una semana venía demorando: la excarcelación de aquellos implicados en la operación Emperador que, según la Sala de lo Penal, estaban «ilegalmente» en prisión.
Ayer fueron 12, que se suman a los cuatro ya liberados la semana pasada. Se trata de los principales implicados, entre otros el presunto cabecilla de la red, Gao Ping, su mujer y el supuesto encargado de dirigir las extorsiones, Li Haibo.
El jueves pasado, la Sección Tercera de lo Penal declaró «nulos» los autos de prisión que el juez había dictado rebasado el plazo legal de 72 horas desde el momento de la detención. El criterio marcado entonces para el primer caso analizado valía para todos los demás en esas circunstancias, pero el juez y los fiscales Anticorrupción rechazaron extender la decisión y atender a las peticiones que inmediatamente llegaron de las defensas.
Ayer, finalmente, el juez se avino a aplicar el criterio del tribunal superior al resto de casos. Muy a su pesar, según reconoce en los 12 autos emitidos ayer: «Este juzgado, aun estando en contra de dicho superior criterio, debe acatar el mismo y, por lo tanto, decretar la libertad provisional de Gao Ping», que horas más tarde abandonaba en un coche de lujo la prisión alicantina de Villena.
En los mismos autos, el juez impone al presunto cabecilla y a los otros 11 excarcelados unas estrictas medidas cautelares para intentar evitar su huida: presentarse todas las mañanas en la Audiencia Nacional, además de entregar el pasaporte en el juzgado y no salir de España.
En sus autos, la Sala de lo Penal vetó a Andreu que dictara nuevas órdenes de prisión para los afectados. Sin embargo, todos ellos podrían volver a a la cárcel en el caso de que no cumplieran las cautelares establecidas. Previsiblemente, las defensas reclamarán que esas medidas sean suavizadas.
El juez dictó las libertades pese a que la Fiscalía consideraba que no estaba obligado a extender las excarcelaciones decretadas expresamente por la Sala. Los fiscales Anticorrupción José Grinda y Juan José Rosa han presentado incidentes de nulidad y recursos de súplica contra los autos de la Sala, por lo que, a su juicio, éstos aún podían ser revisados y que finalmente no prosperara el criterio de que las prisiones son nulas. El Ministerio Público solicitó que fuera el Pleno, no sólo las sección afectada, la que estudiara sus peticiones, una decisión que aún está en el aire. El presidente de la Sala de lo Penal, Fernando Grande-Marlaska, ha preguntado a los magistrados para si creen que el asunto merece ir al Pleno.
El juez consideró «necesarias» las prisiones incondicionales sin posibilidad de libertad con fianza de los ayer excarcelados «para conjurar ciertos riesgos relevantes, como la posible, cuando no probable, sustracción a la acción de la Justicia, la obstrucción a la investigación judicial y la presumible reiteración de acciones delictivas de la misma naturaleza». Ahora no queda otra que correr ese riesgo. Eso sí, la libertad no libera a los beneficiados de los indicios delictivos que pesaban sobre ellos y de los que puedan surgir en adelante, por ejemplo tras el análisis del ingente material incautado en los registros.
Lo sucedido podría tener consecuencias no sólo para los liberados. El servicio de Inspección del Consejo General del Poder Judicial investiga una queja presentada por una de las defensas de los encarcelados contra Andreu. Además, varios de los imputados estudiaban la posibilidad de querellarse contra el juez y los fiscales por mantenerles ilegalmente en prisión.
El origen del problema es el gran número de detenidos en la mañana del día 16 de octubre, más de 80, a los que el juez quería interrogar antes de decidir sobre su prisión o libertad.
Cuando comprobó que no iba a darle tiempo a hacerlo en las primeras 72 horas, dictó un auto (el 18 de octubre) en el que prorrogaba la detención de los que aún estaban pendientes, los más relevantes. Finalmente, los días 19 y 20 dictó los últimos autos de prisión. Según el tribunal, demasiado tarde.
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