La Guardia Civil ha descubierto a un nuevo inmigrante de origen subsahariano, el tercero en un semana, que un conductor llevaba oculto en el doble fondo de su vehículo, en concreto en un cajón metálico adherido a los bajos del mismo. Según informó la Comandancia, la intervención se produjo en la Aduana de Beni – Enzar al proceder los agentes a la inspección de un turismo con matrícula marroquí, que en esos momentos pretendía acceder a la ciudad ocupado a primera vista únicamente por su conductor.

Al iniciar el reconocimiento, «llamó la atención la amortiguación tan elevada que disponía el vehículo, por lo que se centró su reconocimiento en esa zona». Los guardias observaron así una variación en el depósito de combustible y bajo éste descubrieron un cajón metálico que se encontraba sujeto al chasis mediante una cadena.

Según el Instituto Armado, para su desmontaje fue necesario forzar la cadena de sujeción que permitió localizar al inmigrante oculto en su interior, que «presentaba signos evidentes de entumecimiento, mareo, alteraciones respiratorias y agitación nerviosa, por lo que fue inmediatamente conducido al servicio de urgencias hospitalarias para su reconocimiento», si bien su estado de salud tras ser vistos por los médicos «es bueno y dentro de la normalidad».

El inmigrante descubierto en el doble fondo del vehículo es un joven de 23 años, indocumentado, que dice proceder de Guinea, que ha sido puesto a disposición judicial en calidad de testigo y posteriormente entregado al Cuerpo Nacional de Policía a efectos de la aplicación de la vigente Ley de Extranjería.