La crisis no turbia la visión que los andaluces tienen de la inmigración

En Andalucía no se considera que el aumento del paro y la agudización de la crisis esté motivada por la población inmigrante

ABC, P. D. A, 23-11-2012

Los andaluces tienen un buen concepto de los inmigrantes y, al contrario de lo que se pueda percibir, no los responsabilizan del incremento del paro y la agudización de la crisis. Esta es una de las conclusiones del Informe Anual Andalucía e Inmigración 2011del Observatorio Permanente Andaluz de las Migraciones (OPAM), que ha sido presentado hoy en Sevilla en unas jornadas inauguradas en la Casa de la Ciencia-CSIC, por el consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera.

El documento resalta que la población andaluza no está convirtiendo a la inmigrante en responsable de la mala situación económica y el crecimiento del desempleo, pues advierte que el problema se encuentra fundamentalmente en la falta de oportunidades laborales. No obstante, esta visión no impide que demande ajustar la regulación de los flujos migratorios al escenario económico actual.

“Se ha constatado un notable grado de madurez y sensatez de la ciudadanía española, y concretamente la andaluza, a la hora de valorar el hecho migratorio en estos tiempos de crisis”, señaló De Llera en un comunicado, en el que informó de que la Consejería de Justicia e Interior está culminando la tramitación del III Plan Integral para la Inmigración en Andalucía y que estará centrado en la gestión de la diversidad y de un hecho que es estructural y no pasajero.

El informe revela que las provincias de Málaga y Almería siguen aglutinando a seis de cada diez personas extranjeras que viven en la comunidad andaluza. En el caso de la primera, que agrupa al 39 por ciento de la población extranjera de toda la región. La mayoría trabajan en el sector servicios y proceden fundamentalmente de Gran Bretaña y Alemania. En la provincia almeriense, donde representan casi el 21 por ciento, trabajan fundamentalmente en tareas agrícolas y proceden en su mayoría de Marruecos y Rumanía.
Buena parte de los nuevos parados son inmigrantes
La tasa de ocupación entre la población inmigrante de Andalucía disminuyó un 8,5 por ciento durante 2011, frente al descenso del 2,4 por ciento que registró la española, afectando principalmente a los jóvenes entre 16 y 34 años, según los datos del Informe Anual Andalucía e Inmigración del pasado año.
Los jóvenes extranjeros perdieron un 10 por ciento de ocupación, por un 9 por ciento en la población autóctona. La tasa de paro más alta entre la población extranjera en la comunidad la sufren los jóvenes procedentes de Rumanía y Bulgaria, mientras que las más bajas las registran los que proceden de la Unión Europea.

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