La provincia de Málaga vivió ayer una jornada negra. Una transexual murió apuñalada presuntamente a manos de su pareja en Fuengirola y un hombre resultó herido grave al recibir un disparo en plena calle en la capital.

El primero de estos casos sucedió poco después de medianoche en Fuengirola. A las 00.29 horas, un operador del 112 recibió una inquietante llamada de una persona que alertaba de que su pareja se encontraba muy agresiva y que estaba tirando objetos en el interior de su domicilio, el apartamento 415 del edificio El Ancla, en el número 1 de la avenida Matías Sáez de Tejada.

La siguiente llamada la hizo Miguel Ángel Barragán, vecino del 616, que oyó desde su casa una voz «aguda» que pedía socorro. Al asomarse al patio interior, vio en el descansillo de la cuarta planta a la pareja. «Ella se encontraba tumbada boca arriba y él, que estaba encima, me dijo: ‘¡Ayúdame, se muere!’», explica.

Se colocó un pantalón, llamó a su hijo y bajó las escaleras lo más rápido que pudo. Sabrina – su verdadero nombre era Mustapha, de 27 años y nacionalidad marroquí – estaba sangrando. «¿Qué ha pasado?», preguntó Miguel Ángel, que trató de tranquilizar al «novio» de la transexual, un joven rumano tres años mayor que ella. «Le dije que ya había llamado a la policía. Es curioso. Él contestó: ‘No, policía no; ambulancia’».

El vecino relata que al principio no se percató de la herida porque él la mantenía tapada todo el tiempo. No la vio hasta que los agentes apartaron a Alejandro. Sabrina tenía una puñalada en el tórax, justo debajo del pecho derecho, que le provocó una hemorragia interna y le afectó al pulmón. Los esfuerzos de los sanitarios por reanimarla fueron en vano.

Cuando los policías vieron la cuchillada, colocaron al novio de la fallecida contra la pared, de rodillas. Se convirtió en el principal sospechoso del crimen, por lo que fue detenido y trasladado a comisaría. Al inspeccionar el piso donde convivía la pareja, los agentes encontraron la supuesta arma homicida, un machete que estaba escondido detrás de una cachimba. El interior del apartamento estaba revuelto, lo que induce a pensar que fue el escenario de una discusión y de la posterior agresión. El reguero de sangre en el pasillo de la cuarta planta dejaba entrever el recorrido que siguió Sabrina al intentar huir hasta que cayó desplomada.

La coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Estefanía Martín Palop, afirmó que la muerte de la joven supone un nuevo caso de violencia de género. Precisó que el IAM no tiene constancia de denuncias previas, aunque sí hubo un juicio de faltas por malos tratos y una sentencia absolutoria. Con este crimen, ya son tres las víctimas mortales de la violencia sexista en lo que va de año en Málaga.

El segundo episodio violento de la jornada tuvo lugar a las 7.50 horas en la capital. Un hombre de 31 años fue hallado malherido en la calle Carretería con un disparo en el abdomen. Loli Muñoz, la dueña de la cafetería Los Pinchitos, en la calle Gigantes, venía de comprar el periódico cuando se encontró a la víctima tumbada en el suelo, boca arriba. Un repartido que también lo vio aparcó su furgoneta en la acera para socorrerlo. «No voy a olvidar en mi vida el color de la cara de ese hombre; estaba blanco, como si se le fuera la vida. Me di cuenta de que estaba vivo porque movió la cabeza». El herido, que no es vecino de la zona, fue trasladado por una ambulancia del 061 al Hospital Carlos Haya, donde se le operó para extraerle el proyectil.

La policía acordonó el lugar para realizar la inspección ocular. Los agentes hallaron dos escopetas manipuladas, ambas cargadas, aunque solo una de ellas había sido disparada. La investigación sigue abierta.