‘Bohèmes’, gitanos y artistas malditos en el Grand Palais
Una exposición recorre el legado de los artistas caracterizados por el nomadismo, desde 1493 hasta la condena nazi del ‘arte degenerado’
La Vanguardia, , 15-11-2012Carmen Bastián, gitana de Zorra (Granada) encandila, su sexo expuesto en una recreación de La Maja desnuda, en el ilusorio Café de Montmartre recreado en el Grand Palais, por el director de teatro y ópera Robert Carsen. Este es el autor de la espectacular puesta en escena de Bohèmes, una exposición que desde los dibujos de Da Vinci fechados hacia 1493 hasta la condena de los nazis al “arte degenerado”, en 1937, revisa dos historias: la del pueblo nómada y la de los artistas que, en París, desde 1830, modifican la historia del arte y su correlato de miseria.
En una Francia con sus mayores índices históricos de paro y en la España que la supera en el capítulo y que recibirá la exposición en Madrid –Fundación Mapfre– en febrero próximo, el viaje entre arte y leyes represivas, permite la lectura de muchos tópicos. Bastián tenía 15 años en 1871 cuando Marià Fortuny Marsal (1838-1874) la pintó. ¿Conocería el cuadro Bizet, cuando escribió la música de su Carmen, estrenada en 1875 y desde entonces nómada triunfal de todos los escenarios? ¿Y Puccini, que en 1896 estrenó La Bohème, en el Regio de Turín, sin saber que se convertiría en la más representada de sus óperas?
Paradojas. “En 1662 –recuerda Sylvain Amic, comisario de la exposición–, Luis XIV baila, disfrazado de gitano, en el ballet que acompaña una pieza de Molière; veinte años después, recomienda enviar los gitanos a galeras y a hospicios mujeres y niños”. Casi tres siglos después, los nazis lanzan la Samudaripen (el holocausto que acabó con más de medio millón de gitanos). Espejo francés: los 6.500 gitanos encerrados durante la guerra en el campo de Montreuil Bellay. Y hasta 1970 los gitanos franceses debían poseer un pasaporte interior para circular por el país. “Nuestra sociedad bordea la esquizofrenia –insiste Amic– cuando aplaude Carmen y La Bohème y erradica los campamentos de Roms”.
¿Nómadas forzados? Si los gitanos son señalados por primera vez, en París, en 1419, sería simplemente porque, de acuerdo con Amic, su peregrinación eterna es leyenda. “Salen al camino desde el imperio otomano, en el siglo XV”. Salvoconductos firmados por Segismundo, rey de Bohemia, originan lo de bohemios. Y “el empleo abusivo del término egipcios – gipsy en inglés– alude a una región del Peloponeso, el pequeño Egipto”. Más: “del bizantino athinganos derivan tziganos, zigeuner, zingara, gitanos, confusión con una secta de Asia Menor”. La prueba del nomadismo forzado: rápidamente se asientan en España –único territorio en el que su arte se expresará en dos lenguas, castellano y catalán, ajenas al caló– e Italia, donde a finales del siglo ya son lo suficientemente visibles para que Boccaccio y Da Vinci los retraten en obras presentes en la exposición.
La otra línea de culto, y cultural, se refleja en los ojos de esmeralda de La gitanilla (1613) cervantina, inspiración de la Esmeralda de Victor Hugo ( Notre Dame de París, 1831). Y si en 1849 la adaptación teatral de La vida de bohemio establece el arquetipo del artista bohemio, un año después, Courbet asume “la gran vida independiente y vagabunda”. Siete años más tarde, en Las flores del mal, Charles Baudelaire dedica un poema al nomadismo; en 1857 Franz Liszt le pone música a los gitanos húngaros. Por entonces, los artistas parisinos cambian el Barrio Latino por el más económico Montmartre. Y en el “Moulin de la Galette” que todos pintarán, plantan sus pinceles Ramon Casas y Santiago Rusiñol, “cuyos óleos introducen el tema de la bohemia, inéditos en el arte catalán” (asegura Amic), inspiran seguramente a Picasso y explican la abundante presencia de todos ellos, con Marià Fortuny, en la exposición que el Grand Palais.
Pero, según Amic, el mayor símbolo es Chaussures, de Van Gogh, “quien así subvierte radicalmente el género de la naturaleza muerta, preferido por la burguesía porque ¿quién se atrevería a ornar su salón con esos dos borceguíes en ruinas?”.
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