Una mujer hace el símbolo de la victoria tras conocer que el desahucio de la familia se suspendía. :: ALEXIA SALAS

A la familia Anibi le cambió ayer la suerte. El matrimonio marroquí y sus tres hijos iban a ser desalojados ayer por la mañana, tal como se lo anunció un funcionario de la Comisión Judicial que se presentó en su casa el día anterior, pero ayer se convirtieron en los primeros beneficiados de la Región por la moratoria iniciada desde las entidades bancarias hasta disponer de la nueva regulación que pactan en estos días el Gobierno y el PSOE. Con aplausos y abrazos recibieron la noticia los vecinos y miembros de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, reunidos en la vivienda del barrio de Los Pozuelos para evitar el lanzamiento. «¡Nosotros podemos!», gritó uno de los voluntarios de la Plataforma. «¡Claro que podemos!», le respondieron, en alusión a la presión social que ha obligado al Gobierno y a la oposición a frenar el drama de las familias desalojadas.

La historia de los Anibi es una más de las golpeadas por la crisis inmobiliaria. Tanto el padre como el hermano mayor trabajaban de albañiles cuando contrataron el préstamo con Caja Madrid, actualmente parte de Bankia, para comprar su casa. Era el año 2005 y la familia se abría camino en San Javier hasta que perdieron el trabajo con la caída de la actividad en el sector de la construcción. «Nos subieron de 500 euros al mes a 800 la cuota mensual de la hipoteca y aún así seguimos pagando hasta 2008, cuando mi familia se quedó sin trabajo», explica la hija menor. Las dificultades económicas han cercado cada vez más la vida de estos inmigrantes, que no han recibido alternativa al desalojo forzoso por parte del banco. «No tenía ni para seguir pagando mis estudios, pero mi abuelo me mandó dinero desde Marruecos para que no deje mi carrera de Filosofía», explica la joven. Este mismo mes se les agotaba la prestación por desempleo que cobra el padre.

El suyo fue el primer desahucio anunciado que terminaba con final más o menos feliz, ya que sus condiciones para arreglar cuentas con la entidad bancaria dependerán de las nuevas medidas del Gobierno. La intervención del exconcejal de IU de San Javier, Juan José Hernández, permitió dar la noticia a los afectados. El exedil pidió ayer al alcalde, Juan Martínez Pastor, su mediación para evitar el desahucio de la familia, que carecía de otro lugar donde alojarse. La entidad bancaria que ejecutaba el lanzamiento, Bancaja, informó al regidor de la orden de paralización de desalojos que habían recibido tan solo unas horas antes.

El portavoz de la Plataforma, José Manuel Hernández, aseguró que «no nos fiamos, estaremos alerta con los dos desahucios anunciados para el martes a otras dos familias, en Cartagena y San Javier». Cree que «es una tomadura de pelo, un lavado de imagen del PP y el PSOE porque, ¿qué pasa con las 400.000 familias que se han quedado en la calle?». «Para este Gobierno vale más un piso que una persona», afirma.