Un grupo integrado por unos 200 inmigrantes de origen subsahariano intentó en la mañana de ayer acceder a la ciudad autónoma de Melilla saltando la valla fronteriza que la separa de Marruecos.

El acercamiento a la valla, que no pasó de ahí, se produjo a la altura del puesto fronterizo de Mariguari, en las inmediaciones del cauce del Río de Oro – una de las zonas en las que más saltos e intentos se han registrado durante el verano – , en torno a las 11.45 horas.

Según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno, el intento de salto fue frustrado por los agentes policiales marroquíes, cuyo control impidió que los dos centenares de personas se acercaran al perímetro fronterizo.

No obstante, y aunque finalmente la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles no fue necesaria, la Guardia Civil estableció una zona de seguridad extraordinaria al ser alertada del avistamiento de un grupo grande y próximo a la valla de inmigrantes. Esta acción, de carácter preventivo, fue coordinada y reforzada con el apoyo del Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local, desplegados en la zona.

Desde la Delegación del Gobierno y entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se mantiene una situación de máxima alerta ante la posibilidad de nuevos intentos de acceso a la ciudad, una situación que no es nueva dada la presión migratoria que está sufriendo Melilla desde hace meses. Tanto es así que la ocupación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), cuya capacidad es de 480 internos, se ve casi doblada por los cerca de 900 habitantes con los que cuenta después de las incesantes entradas registradas en los meses de verano y consecutivos. Una presión asistencial que el actual delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, ha intentado reducir desde su toma de posesión en enero coon derivaciones a los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Península para que el de Melilla cumpla con su carácter de «centro de estancia temporal».

En cualquier caso, las autoridades españolas siguen solicitando colaboración a las marroquíes y a las europeas en la lucha contra la inmigración clandestina que sufre la ciudad autónoma.