La secretaria general de Inmigración y Emigración del Gobierno, Marina del Corral, aseguró ayer que el Gobierno de España afronta «con tranquilidad» el repunte de la presión migratoria registrado durante los últimos días sobre Melilla y las costas andaluzas y ha ligado este aumento del intento de entradas irregulares con «el final del verano».

Comentó «no saber» a qué se debe el hecho de que la presión migratoria sobre Ceuta permanezca estable, mientras se ha multiplicado en Melilla. Subrayó que «quizá» sea la orografía del terreno o la involucración de las personas responsables en el lado marroquí y remarca que el apoyo y la ayuda del Reino alauita «está siendo excepcional». La secretaria general Inmigración y Emigración también alabó la «estrecha colaboración» de Marruecos en lo que al control de la llegada de Menores Extranjeros No Acompañados (MENA), «el asunto que más preocupa al Ejecutivo local». Avanzó que se está trabajando en la prevención con diferentes acuerdos con los países de origen, entre ellos Marruecos.

Para terminar, se negó a valorar las denuncias sobre supuestos malos tratos a los inmigrantes irregulares en el país vecino vertidas por distintas oenegés, como Médicos Sin Fronteras. En una breve comparecencia este martes ante los periodistas en Ceuta, el delegado del Gobierno en la ciudad autónoma, Francisco Antonio González Pérez dijo que el Ejecutivo de España «no va a interferir, desde ningún estamento, en la actuación de un país democrático que celebra elecciones democráticas y tiene todos sus órganos reconocidos internacionalmente: si hay denuncias serán como las que, a veces, también se producen en nuestro país y son oportunamente respondidas por nuestro Gobierno».

En todo caso, Marina del Corral aseguró incluso que si ha habido algún cambio en la colaboración con el país vecino ha sido a mejor. «Lo único que ha cambiado en la relación bilateral con Marruecos es que ahora ellos también están lanzando sus patrulleras al agua para cooperar», resaltó.

A pesar de estas declaraciones, lo único cierto es que grupos de inmigrantes subsaharianos intentaron en varias ocasiones en las últimas semanas saltar la valla que separa Marruecos de Melilla. Las autoridades locales aseguran que cientos de personas esperan para forzar la entrada en suelo español.