Desbordados. Así están las autoridades sanitarias y los efectivos de la Guardia Civil que atienden la oleada de inmigrantes subsaharianos que, por sorpresa, está llegando al estrecho de Gibraltar y que ha obligado a montar un hospital de campaña en pleno puerto tarifeño para atender a las personas que intentan la travesía en unas condiciones de máximo riesgo.

Durante la mañana de ayer llegó medio centenar de inmigrantes a bordo de cinco embarcaciones, algunas de ellas de juguete. Lo peor, según apuntan fuentes consultadas por EL MUNDO, es que el operativo desplegado, bastante numeroso, «sigue esperando que en las próximas horas el goteo siga siendo constante». Entre la tarde del domingo y la primera hora de la mañana de ayer era ya más de un centenar los inmigrantes rescatados por los efectivos de Salvamento Marítimo.

Los agentes, algunos de los cuales llevan años en la zona y vivieron el fenómeno de la inmigración masiva de los años 90, señalan que la situación no se aproxima todavía a la de entonces, «pero sí nos ha sorprendido la oleada de los últimos días».

Al contrario de lo que indica la lógica, la llegada del mal tiempo permite a las mafias vender a los que sueñan con llegar a España que la vigilancia «ha descendido», algo que en absoluto sucede.

Además, el riesgo de la travesía es mayor ya que las bajas temperaturas de la madrugada provocan hipotermia y la niebla complica mantener el rumbo de la embarcación.

Las ambulancias de Cruz Roja van y vienen a Tarifa trasladando ilegales, en primera instancia para que reciban asistencia sanitaria y posteriormente para trasladarlos al Centro de Internamientos de Extranjeros de la comarca, que se encuentran en Algeciras.

Éste es otro aspecto que también puede originar problemas logísticos. No en vano, en la antigua prisión algecireña, lugar que ocupa ahora el CIE, hay ya más personas de las que permite el aforo, por lo que de mantenerse la llegada masiva de inmigrantes pueden surgir más problemas por el hacinamiento.

En las próximas horas, según las previsiones, seguirán llegando pateras, con más o menos ocupantes, hasta Tarifa. De momento se desconoce el motivo por el que está ocurriendo esto, pero de mantenerse en los próximos días, la situación puede derivar en una crisis, advierten las fuerzas de seguridad en la zona.