Salvamento Marítimo rescató con vida a 17 inmigrantes de origen subsahariano y recuperó los cadáveres de otros 14, a 18 millas de la ciudad marroquí de Alhucemas, en el mar de Alborán. En la patera, que se encontraba semihundida cuando fue localizada, viajaban, según declaró uno de sus tripulantes, otras 40 personas que permanecerían desaparecidas. De confirmarse esta cifra, podría ser el naufragio con el mayor número de víctimas desde que se inició el fenómeno de la inmigración ilegal hacia España.

Efectivos de socorro continuaron durante toda la tarde de ayer rastreando la zona del naufragio por mar y aire sin que se hallasen más cuerpos. Igualmente fuentes marroquíes confirmaron que tras el rastreo de toda la zona no se habían encontrado más cuerpos. Aun así fuentes de Salvamento Marítimo no descartaron la existencia de los 40 desaparecidos. Las operaciones de búsqueda se suspendieron con la llegada de la noche.

La operación de rescate comenzó en la tarde del miércoles, cuando Salvamento Marítimo recibió una llamada en la que una persona informaba de que había perdido el contacto con un familiar que había embarcado en una patera rumbo a España. La precariedad y sobrecarga de la embarcación, una zodiac de nueve metros, habría sido la causa del naufragio.

En el mediodía de ayer, un avión de reconocimiento localizó la patera y lanzó sobre ella una lancha salvavidas en la que pudieron refugiarse varios de los náufragos que salvaron la vida. Una vez recibidas las coordenadas, la embarcación ‘Salvamar Hamal’ acudió a su encuentro. A su llegada al lugar subieron a bordo a los supervivientes, 14 hombres y tres mujeres, algunos de ellos con necesidad de atención médica urgente, así como los cuerpos de los fallecidos. Posteriormente se trasladó a los inmigrantes a la ciudad de Alhucemas, donde fueron atendidos por los servicios de emergencia marroquíes. Los supervivientes presentaban síntomas de hipotermia grave, agotamiento extremo y se encontraban en estado de shock tras haber permanecido durante más de 36 horas a la deriva.

Una vez comprobado su estado de salud y su evolución favorable, dieciséis de los inmigrantes así como los cadáveres de sus compañeros fueron trasladados en el mismo barco a la localidad granadina de Motril, ante la negativa de las autoridades locales a hacerse cargo de ellos ya que, según alegaron, llegaron a Marruecos a bordo de un barco español. El superviviente restante fue trasladado al hospital de Alhucemas ante la gravedad de su estado.